El titánico puente que evita cruzar la inútil frontera del Caribe europeo
Los croatas de la costa adriática debían cruzar parte de Bosnia para trasladarse al resto del país.
Siempre que pensamos en las mejores playas de Europa, rápidamente nos viene a la cabeza las islas Baleares, Creta o Sicilia. Sin embargo, hay otras islas desconocidas por parte del turista que también tienen mucho encanto para tumbarnos y disfrutar al sol.
Concretamente, estamos hablando de Cres, una de las islas de la costa adriática de Croacia. Esta isla cautiva por sus paisajes salvajes, sus densos bosques y su fragancia mediterránea.
Pero para llegar aquí u a cualquiera de las otras islas que componen la costa adriática, los croatas debían cruzar parte del paso fronterizo con Bosnia y Herzegovina para trasladarse al resto del país. Una ruta larga e insoportable que podía durar de cinco a dos horas y media y que mantenía aislada la región de Dubrovnik desde la independencia del país hace más de 30 años, tras la desintegración de Yugoslavia a principios de la década de los 90.
Pero desde julio de 2022 y gracias a la creación del puente de Pelješki de 2,4 kilómetros de largo, se terminó el tener que realizar una ruta tan larga y tediosa. Esta megacostrucción conecta sobre un canal marítimo la península de Pelješki y la región de Dubrovnik con el resto de Croacia a través de la población de Komarna, pasando así completamente por territorio croata.
Dicho puente ha conseguido no solo que los habitantes puedan circular por su país sin demasiada espera, sino también la llegada de más turistas.