Ni el de Alhama de Aragón ni el de Archena: señalan a este balneario de vistas privilegiadas y al aire libre como el mejor de España
Se encuentra enclavado en un desfiladero de hasta 600 metros de desnivel.
No hace falta ir a los icónicos balnearios de ciudades como Budapest para disfrutar de unos baños termales con impresionantes vistas. En España, concretamente en Cantabria, se encuentra uno de los refugios termales más impresionantes de toda Europa.
Se trata del balneario de La Hermida, enclavado en la sierra en el corazón del desfiladero del mismo nombre con más de 600 metros de desnivel y a orillas del río Deva. Precisamente el nombre de este lugar, La Hermida, cuenta con un origen muy relacionado con las aguas termales, ya que se refiere originariamente a aguas muy calientes o "hervidas", ya que en origen estas aguas medicinales brotaban hasta a 60 grados.
Los enfermos se sumergían en sus manantiales desde hace más de dos siglos, refugiándose en unas cuevas aledañas, que continúan siendo las más visitadas. Sin embargo, tal y como recuerdan en El Periódico, el balneario data de 1842 con una casa de baños con dos plantas.
Desde entonces y, debido a su espectacular localización enclavado entre las montañas de los Picos de Europa con salas dentro del propio desfiladero, se ha convertido en uno de los balnearios más recomendados de España.
Dentro del balneario se ofertan numerosos servicios que van desde el daypass permite acceder a la cueva termal exterior durante 90 minutos. Sus aguas presentan una concentración de hasta tres gramos por litro de sales minerales, por lo que sumergirse en ellas está recomendado para distintas dolencias reumatoides o dermatológicas.
Para los que prefieran explotar más salas del balneario, se oferta también un circuito termo lúdico con baño de vapor, pediluvio bitérmico de marcha, sauna finlandesa, baño de inmersión frío, una piscina termal dinámica con camas de hidromasaje, volcán de burbujas o natación a contracorriente, entre otros.
Además, el balneario abre todo el año de día o de noche, dejando estampas espectaculares bajo las estrellas en los circuitos nocturnos.
Sin embargo, más allá del propio balneario La Hermida permite disfrutar del entorno y las localidades cercanas como Potes y Fuente Dé, así como poder probar la gastronomía cercana como el cocido montañés, las tablas de quesos de la zona o el cocido lebaniego.