Los viajeros de la alta velocidad tienen 15 minutos para ocupar su asiento o lo pierden: la medida francesa que vigila España
Francia pone en marcha un nuevo sistema de reservas en sus trenes que podría sentar precedentes en el resto de Europa.
Los trenes de alta velocidad en Francia han estrenado una medida que promete revolucionar la experiencia de los pasajeros y que ya está siendo observada de cerca por otros países, incluida España. La SNCF, la empresa estatal francesa de ferrocarriles, ha introducido un cambio en sus condiciones de venta que permite la reasignación de asientos reservados si no son ocupados durante los primeros 15 minutos de viaje.
Esta modificación, que afecta a los trenes TGV e Intercités, ha generado expectación y cierto debate entre los usuarios del transporte público. Según la nueva normativa, si un viajero no reclama su asiento en los primeros 15 minutos tras la salida del tren, este podrá ser asignado a otra persona. Hasta ahora, el sistema ferroviario francés garantizaba que la reserva se mantenía durante todo el trayecto, sin importar cuándo se ocupaba el asiento. Este cambio ha sido comunicado en la actualización de las condiciones generales de venta de la SNCF de septiembre, contrastando con la versión de julio en la que se aseguraba que no se perdería la reserva, independientemente del tiempo transcurrido.
El objetivo principal de esta medida es optimizar la ocupación de los trenes en un contexto de alta demanda. Desde hace años, la red de alta velocidad francesa, una de las más avanzadas de Europa, ha enfrentado problemas de sobreventa y plazas vacantes debido a pasajeros que no utilizan sus asientos reservados. Este sistema de reasignación pretende aprovechar mejor el espacio disponible, especialmente en aquellos trayectos más concurridos.
En España, donde el tren de alta velocidad (AVE) se ha consolidado como una de las principales alternativas de transporte, las autoridades ferroviarias no han pasado por alto la iniciativa francesa. Renfe sigue de cerca esta experiencia, ya que podría servir de modelo para la gestión de los trenes AVE y otros servicios con alta demanda, donde ya han tenido problemas con las 'reservas fantasma' derivadas del uso fraudulento de los abonos gratuitos en los trenes de Media Distancia.