La ruta valenciana para despedir el verano: acantilados imponentes, vistas al mar impresionantes e historia oculta
Un sendero que se encuentra entre el mar y la montaña.
Con el final del verano a la vuelta de la esquina, muchos buscan una forma de despedir la temporada de calor disfrutando de la mejor combinación de la naturaleza y el mar. Una de las mejores opciones para los amantes del senderismo es disfrutar la Vía Verde del Mar, un tramo espectacular en la Comunidad Valenciana con paisajes extraordinarios que se puede realizar tanto a pie como a bicicleta.
Esta ruta de seis kilómetros recorre los municipios costeros de Benicàssim y Oropesa del Mar, en la provincia de Castellón, ofreciendo unas vistas privilegiadas de cómo la majestuosa sierra de Oropesa se funde con el mar Mediterráneo. Este sendero sigue el antiguo trazado ferroviario, ahora en desuso, que bordeaba el litoral de ambas poblaciones, permitiendo visitar algunos de los rincones con más encantos de la región.
Uno de los puntos fuertes de la ruta son las espectaculares vistas al mar, con miradores que ofrecen una panorámica impresionante del Mediterráneo y sus cristalinas aguas. Además, el recorrido está rodeado de una variada vegetación mediterránea, con pinos, adelfas y flora autóctona que acompañan cada paso. A lo largo del trayecto se pueden divisar también desde antiguas torres de vigilancia hasta túneles que datan de la época ferroviaria.
¿Qué podemos ver por el camino?
El kilómetro 0 de esta popular ruta se encuentra en Benicàssim, concretamente en el área de descanso cerca del antiguo apeadero de las Villas. No obstante, el camino también se puede iniciar desde Oropesa de Mar, en el punto medio del paseo marítimo que bordea la Playa de la Concha. Sea cual sea el lugar elegido para dar comienzo a esta aventura, el camino promete un decorado que no dejará indiferente a nadie.
De esta forma, el recorrido atraviesa algunas de las playas más populares de la zona, como La Renegá, Les Platgetes de Bellver y las calas del Retor y Orpesa La Vella. A su vez, encontrarás otro tipo de maravillas culturales como las torres de vigía de Colomera, Cordà o Sant Vicent que reflejan parte del patrimonio bélico de la región, la cual albergaba en su interior una sucesión de colosales trincheras que, a mediados del siglo XIX, servían de refugio.
También hay maravillas naturales de imponentes dimensiones, como es el caso de los vertiginosos acantilados, los llanos de Bellver y el pintoresco barrasco de la Dona. La Vía Verde, más allá de su belleza natural, es un testimonio del pasado industrial y defensivo de la zona, lo que añade un componente cultural a la experiencia. Además, permite un agradable paseo mientras disfrutamos del mar de un lado y la montaña del otro.
La Vía Verde del Mar es una ruta accesible para todo tipo de viajeros, desde familias que buscan un paseo tranquilo, hasta ciclistas y senderistas más experimentados. Además, sus amplios caminos y la cercanía al mar la hacen ideal para quienes desean escapar del calor sofocante del verano tardío. Toda una joya para disfrutar en compañía o en solitario, pero sobre todo se trata de la actividad perfecta para quienes buscan una conexión más íntima con la costa valenciana.