La desapercibida ciudad española que es patrimonio de la humanidad y con un Parador de ensueño
Este destino combina historia, patrimonio, naturaleza, gastronomía y descanso.
Cuando se piensa en un destino turístico de España, Cuenca quizá no está entre las primeras capitales que vengan a la mente y quizá tendamos más a imaginar Madrid, Barcelona, alguna ciudad costera o las islas. Sin embargo, este destino combina historia, patrimonio, naturaleza, gastronomía y descanso, así que bien merece una visita.
Su casco histórico es de gran belleza, y no solo por las Casas Colgadas, sino por su armonía entre arquitectura y entorno, como recomiendan en Trendencias.
"El 6 de diciembre de 1996, Cuenca fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, gracias a la excelente preservación de su paisaje urbano original, fortaleza medieval y su rica colección de arquitectura civil y religiosa desde los siglos XII al XVIII. A esto se añade que la ciudad presenta una personalidad excepcional al estar perfectamente integrada en el maravilloso paisaje natural que la rodea", destacan en la web de turismo de esta ciudad de Castilla-La Mancha.
El impresionante Puente de San Pablo conecta el centro con el Parador de Turismo, en lo que compone una estampa de postal. Este Parador se levanta sobre el Convento de san Pablo, un monasterio construido por el canónigo Juan del Pozo en 1523 en estilo tardogótico plateresco. Además de ofrecer cocina tradicional manchega, entre otras delicias, otro de los puntos fuertes de este alojamiento son sus espectaculares vistas.
Mención aparte merecen las hoces de los ríos Júcar y Huécar, que forman dos cañones con un paisaje único o, lo que muchos quizá desconocen, la posibilidad de visitar la Cuenca subterránea, con dos refugios antiaéreos de la Guerra Civil.