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La cueva de España donde se bañan las hadas goza de una cascada de 15 metros y un espectáculo de estalactitas

La cueva de España donde se bañan las hadas goza de una cascada de 15 metros y un espectáculo de estalactitas

Uno de los rincones más mágicos del país.

Cueva de Valporquero.Cover/Getty Images

Bajo la superficie de la tierra se esconden lugares que muchas veces parecen sacados de otro mundo. Espacios donde el agua, la roca y el tiempo se entrelazan para crear paisajes únicos y llenos de magia. Son rincones donde poder admirar la naturaleza en su estado más puro y donde disfrutar de cómo la geología es capaz de esculpir impresionantes catedrales de piedra, transportándonos a un reino de misterio y belleza.

En este sentido, en las profundidades de la provincia de León se esconde uno de los rincones más mágicos del país: la Cueva de Valporquero, un lugar donde, según la tradición popular, las hadas se bañan bajo una cascada de 15 metros. Ubicada en la vertiente sur de la cordillera cantábrica, esta impresionante cueva forma parte de la Reserva de la Biosfera de los Argüellos y es producto de las filtraciones del agua por la roca caliza.

Desde que abrió sus puertas en el año 1966, esta cueva no ha dejado de maravillar a todo aquel que la visita. Con una entrada a 1.309 metros de altitud y un recorrido de 1,6 kilómetros, este lugar es famoso por su imponente belleza y su atmósfera casi irreal. Eso sí, se recomienda llevar ropa cómoda y abrigada para visitar estas inmediaciones, ya que la temperatura en su interior es de 7º C y su grado de humedad es del 99%. 

El paraíso de los geólogos

La cueva está dividida en siete partes, aunque sin duda la sala de las Hadas es la más aclamada de todas. Un espacio donde el río de Valporquero cae en una cascada de 15 metros de altura, cuya espectacularidad depende de las precipitaciones que hayan alimentado el caudal. Según la leyenda local, las hadas que habitan la cueva aprovechan la caída del agua para bailar y bañarse, llenando el espacio con su encanto etéreo.

El recorrido principal lleva a los visitantes a través de galerías que parecen esculturas vivientes, con estalactitas y estalagmitas formadas a lo largo de miles de años por el lento goteo de agua calcárea. Estos portentos geológicos se pueden encontrar en la sala del Cementerio estalactítico, donde queda más que reflejada la asombrosa capacidad escultórica del agua con la piedra caliza.  

Por otro lado, en la sala de las pequeñas maravillas podemos encontrar formaciones rocosas que reciben nombres tan curiosos como la Torre de Pisa, la Virgen con el niño, el Baño de Diana o El órgano, entre otros. Así como según avanzamos por el recorrido marcado podemos llegar a espacios tan emblemáticos como la Gran Rotonda o la Gran Vía, cuyo nombre es más bien irónico porque aquí el camino se estrecha, a diferencia de sus tocayas urbanas.

Gracias a su valor estético e impresionante legado histórico, la Cueva de Valporquero sigue siendo un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza, la aventura y las historias cargadas de misticismo. Aquí las hadas encuentran su refugio y la tierra revela su arte más puro, creando un mundo de belleza natural y leyendas que promete dejar una huella imborrable en el corazón de todo el que lo visite.