Este es el río de Asturias donde aún se encuentra oro y su búsqueda se ha convertido en competición
Un municipio con un curioso atractivo turístico.
Asturias es una tierra de innumerables tesoros, con paisajes impresionantes que van desde imponentes montañas hasta verdes valles y costas salvajes. Su riqueza natural es inigualable, albergando parques naturales, frondosos bosques y ríos cristalinos. Además de contar con una biodiversidad que hace de esta provincia un paraíso para los amantes de la naturaleza. Pero lo que muy poca gente sabe es que Asturias guarda un secreto entre sus tierras: el oro.
Sí, como lo lees. Esta tierra de parajes impactantes todavía esconde este recurso tan preciado en algunos de sus ríos. Concretamente, gran parte del oro lo podemos encontrar en Tineo, un pintoresco municipio conocido por su rica historia minera y donde su búsqueda ha resurgido como una emocionante tradición. Esto ha captado la atención de muchos aficionados que se trasladan a la localidad con el objetivo de encontrar parte de este valioso metal.
Así surge el archiconocido Campeonato Nacional de Bateo de Oro, una competición que tiene lugar a finales del mes de julio en la parroquia de Navelgas y que ha sido declarada como Fiesta de Interés Turístico Regional. El evento reúne a más de un centenar de participantes en las inmediaciones de la denominada zona del “Valle del Oro” o “Cuarto de los Valles”, donde pasan los ríos con las mejores condiciones para la búsqueda de pepitas de oro.
La fiebre del oro
La mayoría de los yacimientos auríferos de este territorio se encuentran en los cursos fluviales de Navelgas, Yerbo y Bárcena, en especial en el primero de ellos. Tanto es así que las vetas de oro ya forman parte de la historia y tradición de este municipio, que es además considerado el segundo concejo más grande del Principado de Asturias. Ahora, el bateo de oro es un sistema artesanal de baja rentabilidad, pero que resulta un atractivo turístico sinigual.
La técnica del bateo consiste en la extracción de este mineral precioso mediante el uso de una batea o un plato cóncavo que se sumerge en la corriente y que, al removerlo, filtra las posibles pepitas de oro entra la grava del río. Con habilidad y paciencia, los buscadores observan cómo el agua arrastra las impurezas, dejando al descubierto los brillantes restos. Esto se ha convertido en una práctica recreativa que no solo fomenta la conservación de este oficio artesanal, sino que también dinamiza el turismo de la región.
En este evento, cientos de aficionados y profesionales compiten por encontrar, en el menor tiempo posible, una cantidad desconocida de pepitas de oro escondidas por la organización en un cubo con 20 kilogramos de arena. De forma que se proclama ganador la persona que batea el material y extrae el oro lo más rápido posible. Eso sí, por cada pepita perdida se penalizan tres minutos sobre el tiempo obtenido en la prueba.
No obstante, Tineo no solo es lugar de tradición deportiva y minera, sino que también es un destino que ha sabido mantener vivo su legado histórico mientras mira hacia el futuro. Con su rica gastronomía, su cultura y su belleza natural, Tineo se posiciona como un municipio que ofrece mucho más que oro. Una auténtica joya en el corazón de Asturias que sin duda da mucho de qué hablar y merece la pena visitar.