Entre dos desfiladeros y famoso por sus aguas termales, el rincón escondido a una hora de la Costa del Sol
Cuenta con 6.000 habitantes y su balneario ya ha agotado las reservas hasta el próximo mes de abril.
En la búsqueda de destinos para una escapada durante las vacaciones de Navidad, hay quien prefiere una gran ciudad y sus espectaculares luces navideñas, quien prefiere visitar alguno de los muchos mercadillos navideños en el extranjero o quien busca la tranquilidad en un pequeño pueblo rural.
Para estos últimos, hay una opción casi desconocida apenas a una hora y 20 minutos de Málaga, donde se puede desconectar rodeado de naturaleza y disfrutar de sus aguas termales. Se trata de Alhama de Granada, una localidad granadina de algo más de 6.000 habitantes, que se encuentra enclavada entre dos desfiladeros, conocidos como tajos.
Además, Alhama de Granada se sitúa en un enclave de excepción, nada menos que en el Parque Natural de las sierras de Tejeda, Alhama y Almijara a 895 metros sobre el nivel del mar.
Uno de los principales reclamos, como su nombre árabe indica Alhama que significa "baño o agua termal", es su balneario. Según recogen en la web de turismo de la Junta de Andalucía, las aguas que allí se toman se clasifican como "hipertermales, oligometálicas, de mineralización media", además de "sulfatadas, bicarbonatadas, fluoradas, cálcico-magnésicas".
Tal y como detallan, estas aguas termales pueden tener algunos "efectos calmantes, resolutivos y revitalizadores, teniendo capacidad analgésica, antiflogística (anti-inflamatoria), antialérgica, decontracturante re-equilibradora, rehidratante, antitóxica, queratolítica, laxante, antioxidante y sedante".
Sin embargo, tal es la demanda que a día de hoy no hay reservas hasta el mes de abril de 2025 en el balneario.
De hecho, en la web del balneario recomiendan las aguas para artrosis y artritis; traumatismos; asma; alergias; apnea del sueño; estrés o procesos crónicos de piel.
Pero no solo destaca por sus aguas termales, el enclave de Alhama desde su altura y con sus dos tajos lo hace un lugar único. Las vistas son imponentes y desde allí se puede ver la sierra de Loja o el macizo de la sierra de Tejeda.
Para disfrutar aún mejor de las vistas y los paisajes, se pueden realizar varias rutas de senderismo, ambas aptas para cualquier persona, como son la de los Tajos de Alhama, un recorrido circular de dos horas, y la del Camino de los Ángeles, que conecta el pueblo con el embalse de La Pantaneta.
En el casco histórico de la localidad se recomienda visitar la iglesia Mayor de Santa María de la Encarnación construida sobre la alcazaba árabe, así como las mazmorras que son una especie de cuevas del siglo XIII que han tenido usos como cárceles, viviendas y cuadras.
También conviene visitar el Convento de los Carmelitas Calzados, donde actualmente se ubica el ayuntamiento, disfrutar de sus calles estrechas y empedradas muestra del legado nazarí o el puente romano que llega al balneario.