El pueblo con el nombre más de largo de Andalucía con un pasado colono digno de ver

El pueblo con el nombre más de largo de Andalucía con un pasado colono digno de ver

Un nombre formado por 28 letras y 32 caracteres.

Si hay un símbolo indiscutible de Andalucía, además de la Alhambra o la Mezquita de Córdoba, es la ruta de los pueblos blancos.MINUBE/JUAN CARLOS ROMÁN

De acuerdo con los últimos datos del INE, en Andalucía hay un total de 785 municipios repartidos por todo el territorio del sur. Todos ellos destacan por tener sus propias costumbres, tradiciones y edificios culturales, lo cual fomenta el turismo local e internacional. Pero ¿alguna vez te has preguntado cuál es el pueblo con el nombre más largo de esta comunidad autónoma?

Se trata de San Sebastián de los Ballesteros, un municipio de la Campiña Sur Cordobesa que cuenta con nada más y nada menos que 28 letras y 32 caracteres, alzándose con el título del nombre andaluz más largo. Con una superficie de 11,84 kilómetros cuadrados, este pequeño pueblo de apenas 814 habitantes, según los datos del INE en 2018, está ubicado a 40 kilómetros de la capital.

San Sebastián de los Ballesteros fue fundado a finales del siglo XVII como parte del proyecto de colonización de nuevas tierras que llevó a cabo Carlos III en Andalucía. El objetivo era revitalizar áreas despobladas y fortalecer la economía de la región mediante la llegada de colonos extranjeros, en su mayoría alemanes.

Acerca de su historia

El origen de este municipio se remonta al año 1615, cuando la Compañía de Jesús adquirió la jurisdicción y señorío de unas tierras conocidas como Ballesteros y Gregorio. Concretamente lo hizo el 20 de enero, el día de San Sebastián, lo que acabó dando nombre al territorio y convirtiéndose en el patrón del pueblo.

En 1768 se procedió a la expulsión de los jesuitas con el objetivo de poner en marcha el proyecto de repoblación de Sierra Morena por el Rey Carlos III, lo que propició la llegada de aproximadamente 400 colonos procedentes de Centroeuropa. Estos extranjeros recibieron tierras, exenciones fiscales y apoyo logístico para establecerse y desarrollar la agricultura en el territorio cordobés.

De esta forma, los nuevos pobladores levantaron casas y barrios e introdujeron técnicas agrícolas avanzadas, costumbres y tradiciones que enriquecieron la cultura local. Una herencia germana que hoy en día podemos apreciar en la multitud de apellidos que han ido pasando de generación en generación, tales como Camer, Gimbert o Rider. Incluso hoy en día se conoce a los vecinos del pueblo como ‘los alemanes’ de Córdoba.

Finalmente, esta influencia también se puede observar en el trazado urbano y algunas características arquitectónicas del municipio. De esta forma destaca la Ruta de los Alemanes, una iniciativa cultural para rememorar el pasado germano de este pueblo. Cuenta con un itinerario de 7,6 kilómetros y recorre algunos de los puntos turísticos más reconocidos como el pozo y la fuente, la ermita o el mirador.