El pueblo de Guadalajara donde puedes comer de Estrella Michelín en un antiguo molino
También cuenta con un Sol Sostenible de la Guía Repsol.
Castilla La-Mancha es una región pintoresca repleta de pueblos con una riqueza cultural, natural y gastronómica sin igual. Pero también alberga muchas joyas arquitectónicas que poca gente conoce, así como experiencias únicas difícil de borrar de la memoria. Por ejemplo, ¿alguna vez te has imaginado cómo sería comer en un antiguo molino? En esta región esto no solo es posible, sino que además está galardonado con una Estrella Michelín.
Esto es una realidad en Alcuneza, una localidad guadalajareña de la pedanía del municipio de Sigüenza de no más de 36 habitantes. En el corazón de este lugar se encuentra el antiguo molino harinero, uno de los más importantes de la zona, cuyo origen se remonta al siglo XV. En los años 70, con el éxodo rural y el fin de la agricultura, este molino quedó inutilizado, por lo que los vecinos Juan Moreno y Antonia Gordo decidieron comprarlo y darle una segunda vida.
“Compraron el molino con idea de venirse a vivir aquí y hacer nuestra casa”, explica su hija Blanca Moreno en declaración recogidas por National Geographic. Con el paso del tiempo empezaron a barajar la posibilidad de transformarlo en un Bed&Breakfast, aunque debido a las circunstancias de por aquel entonces tuvieron que conformarse con una pensión de dos estrellas. Hasta que, con el paso de unos años, el edificio se transformó en lo que hoy se conoce como el hotel boutique-restaurante Relais & Châteaux.
Su producto estrella: el pan
Ahora es un hotel de lujo con 17 habitaciones tipo suite, un jardín con piscina y vistas al valle del Alto Henares, un spa y dos restaurantes. Su sorprendente oferta gastronómica ha llevado a uno de estos negocios a ganar una Estrella Verde Michelín y un Sol Sostenible de la Guía Repsol. Las cocinas están a los mandos de los hermanos Blanca y Samuel Moreno, quienes llevan a cabo una serie de políticas medioambientes y una defensa activa de los recursos locales.
Con una oferta culinaria basada en la gastronomía manchega, el restaurante destaca por hacer tres cambios al año que adaptan los platos a la temporalidad de los ingredientes, siendo siempre fiel a las recetas tradicionales que tanto caracterizan al lugar. Destaca el menú Esencias compuesto por varios aperitivos, ocho platos y dos postres. Todo un menú degustación que no deja indiferente a nadie y que cuesta aproximadamente 120 euros por persona.
Este restaurante destaca también por la elaboración propia de sus panes y la bollería que sirven de desayuno, haciendo homenaje al antiguo molino harinero sobre el que se levanta el negocio. Además, la iniciativa de este hotel-restaurante agrupa varios empresarios de la zona de Sigüenza y Castilla La-Mancha, dando trabajo a todos y cada uno de ellos con el objetivo de atraer a un mayor número de turistas y mantener activa la conocida como España vaciada.
