El fotogénico pueblo pesquero portugués al lado de Salamanca con una playa para amantes de deportes acuáticos

El verano para las provincias sin costa es un poco más duro que para el resto, ya que las altas temperaturas se sienten más intensas sin la posibilidad de un refrescante chapuzón en el mar. Siempre quedarán las piscinas o posibles charcas naturales, pero las opciones se reducen y a veces estas pueden rozar la monotonía. Este es el caso de Salamanca, una provincia sin playa cuyos habitantes están en constante búsqueda de alternativas para combatir el calor.

Por ello, hoy traemos el destino perfecto para aquellos salamantinos que quieran cambiar de aires sin renunciar a una experiencia refrescante. Es aquí cuenta entra en escena el país vecino, Portugal, con una amplia variedad de opciones interesantes y parajes naturales que ofrecen un respiro termostático. Concretamente, la localidad de Espinho se consolida como uno de los destinos más cercanos y con diversas joyas naturales donde refrescarse.

Este encantador pueblo pesquero portugués no solo destaca por su increíble y fotografiable belleza natural, sino también por ser un destino de ensueño para los amantes de los deportes acuáticos. Con una extensa playa de arena dorada y un ambiente acogedor, Espinho atrae a turistas de todo el mundo que buscan disfrutar del mar y conocer más acerca de la cultura, así como de sus tradicionales casas de pescadores y el popular mercado local.

Sobre la asombrosa playa

Uno de los mayores atractivos de la localidad lusa es la Praia da Frente Azul, famosa por sus impresionantes olas. Además, se trata de una zona de baño que siempre tiene la bandera azul, por lo que también es perfecta para aquellos bañistas que buscan una experiencia más relajada. Ubicada entre la Piscina Solario Atlántico y Vila Nova de Gaia, este paraje está marcado por las coloridas y fotografiables casetas de playa que adornan la arena dorada.

Además, la playa de Espinho es perfecta para llevar a cabo deportes acuáticos como el surf, el windsurf o el kitesurf, así como destaca por haber albergado en varias ocasiones competiciones nacionales de bodyboard. Sus olas de grandes dimensiones atraen a surfistas de todos los niveles y de todas partes del mundo. A su vez, el pueblo cuenta con varias escuelas de surf que ofrecen clases y alquiler de equipos, facilitando la iniciación en este deporte. 

Aunque si lo tuyo son más los deportes en tierra, la extensa longitud de arena fina que conforman este rinconcito luso también ofrece la posibilidad de jugar al vóley playa después de darse un chapuzón. No obstante, el litoral también permite pasar un día relajado tomando el sol y disfrutando de un ambiente tranquilo a la par que disfrutamos de los mejores platos de comida locales.

A pesar de ser un destino costero, Espinho se encuentra sorprendentemente cerca de Salamanca, lo que lo convierte en una escapada perfecta para quienes se encuentran en la ciudad española y desean una experiencia playera. Ya sea para capturar fotografías inolvidables, disfrutar de la cultura local o desafiar las olas del Atlántico, este encantador pueblo pesquero ofrece una escapada inolvidable a todos sus visitantes.