Cuba ofrece la excursión turística más peligrosa del mundo
Es un atractivo turístico que puede llegar a reportar más de cien millones de dólares.
Si uno de tus sueños es el submarinismo llevado al extremo, Cuba es tu destino. El país centroamericano oferta un 'viaje' en el que todo el que quiera, puede bucear con tiburones toro en una de sus playas.
El Centro Internacional de Buceo Sharks Friends, gestionado por el gobierno cubano y ubicado en la remota ciudad de Playa Santa Lucía, se trata de uno de los pocos lugares del mundo donde se puede realizar esta actividad, llena de riesgo pero que, hasta el momento, no ha notificado ningún tipo de incidente.
El tiburón toro cuenta con más de 350 dientes y un aspecto tremendamente musculoso, con, ataca, muy de vez en cuando a barcos y casi nunca a las personas. Pese a ello, toda precaución es poca a la hora de tratar con semejante animal.
Enormes beneficios económicos
Con todo, algunos gobiernos, entre ellos el cubano, han decidido preservarlos dada su condición de animal en peligro. De esta forma, pretenden que, lejos de ahuyentar a los turistas, el efecto sea el contrario, siendo estos tiburones los que aumenten el interés por visitar la isla. Para ello, el gobierno ha lanzado varias iniciativas, entre ellas, esta, para que los visitantes puedan disfrutar de una experiencia inigualable en sus costas.
"La gente viene a Cuba de todo el mundo para nadar con los tiburones", aseguró Dan Whittle, director del Environmental Defense Fund. Se trata de un grupo sin ánimo de lucro que en 2015 trabajó con el gobierno cubano para implementar mayores medidas que preservaran la vida marina del lugar.
La oportunidad que se abre es también económica, ya que, según afirmó, "un tiburón vivo en el agua en algunos de estos parques nacionales vale cientos de miles de dólares", por lo que este tipo de turismo puede suponer una gran inyección económica para la zona.
Fomenta la conservación de la fauna marina
Los guías y buzos experimentados que trabajan allí confirman que todo el mundo sale impresionado: "Cuando consigues ver un tiburón a un metro y medio de distancia, sales del agua, dices: '¡Es la mejor inmersión de mi vida!'".
Además, los guías han tratado de concienciar y educar a la población local del tratamiento y conservación de estos tiburones, informando de los beneficios económicos que pueden llegar a suponer para la zona.
"Les decimos a los residentes que no los maten, que no los pesquen. Siempre estamos trabajando en ello", dice uno de los guías, Lázaro Suárez Zayas. "El tiburón toro no está en peligro de extinción, pero es de esta zona, y lo utilizamos como recurso natural, así que debemos protegerlos".
Se trata de un negocio en auge y que ya se está llevando a cabo en otros países como Bahamas debido al gran aporte económico que puede suponer, además del buen trato y conservación de la fauna marina que dicho objetivo obliga a hacer. De hecho, en Bahamas, según un estudio publicado en Biological Conservation de 2014, este atractivo turístico reporta un beneficio de más de 100 millones de dólares al año.