Adiós al calorazo: este es el pueblo más fresquete de Andalucía en verano
Una localidad donde las máximas rara vez superan los 30ºC.
Andalucía es una de las regiones que más experimenta ese calor intenso y sofocante típico de los meses de verano, con temperaturas que a menudo superan los 40ºC en varias de sus provincias. Este calor extremo no solo es un problema durante las horas del día, sino que también afecta peligrosamente por las noches, donde los altos termómetros dificultan con frecuencia el buen descanso. Por ello, es importante buscar formas de refrescarse para poder combatir este agobiante bochorno.
En este sentido, mucha gente opta por moverse a pueblos montañosos donde se pueda vivir un respiro termostático. Entre los muchos destinos posibles, hay uno que se considera el más fresquito de todos y que está ganando cada vez más popularidad. Se trata de Grazalema, una localidad gaditana donde la temperatura media en verano es de 21ºC y en la que rara vez las máximas superan los 30 grados.
Situado en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, en la provincia de Cádiz, este pueblo ofrece un microclima especial gracias a su altitud y su ubicación en un terreno montañoso. Además de por sus bajas temperaturas, esta zona es conocida por tener el mayor índice de precipitaciones por metro cuadrado en España, por lo que se convierte en una de las opciones favoritas de todos aquellos que huyen de las ciudades en busca de un rincón fresco donde desconectar.
Los encantos de Grazalema
Agosto es el mes más cálido en este pueblo gaditano, con mínimas que rondan los 14ºC y máximas que alcanzan los 25ºC. Unas temperaturas muy envidiadas por las demás localidades del sur, tanto que la revista especializada National Geographic ha destacado Grazalema como uno de los pueblos españoles donde mejor se disfruta del verano. Esto es posible gracias a la exuberante vegetación de la que se rodea y a que es la primera zona montañosa que se encuentran los vientos húmedos del Atlántico, lo que favorece el nivel de lluvias.
No obstante, el encanto de Grazalema no solo reside en su clima, sino también en su rico patrimonio histórico y cultural. El casco urbano de este pueblo fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 2003, con una arquitectura tradicional en la que se puede apreciar la influencia islámica en el peculiar trazado de sus calles. Sus calles empedradas y casas blancas con tejados a dos aguas reflejan el encanto de los pueblos blancos andaluces.
Cuenta con un total de seis iglesias que dejan entrever el mestizaje cultural de la región, entre las que destacan la iglesia barroca de Nuestra Señora de la Aurora (siglo XVIII), la iglesia de la Encarnación (s. XVII), la iglesia de San Juan (s. XVIII) y la iglesia de San José (S. XVII). Aunque otros puntos de interés dignos de visitar son la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, Benamahoma y el Museo de Artesanía Textil.
Finalmente, Grazalema también es rico en cultura y tradiciones locales. Desde su artesanía en cuero hasta su interesante oferta gastronómica, con platos populares como la sopa de tomate y el venado en salsa. En definitiva, un pequeño paraíso de la sierra gaditana que invita a todos a descubrir su encanto y a cobijarse en su refrescante clima.
