Un niño sevillano de 12 años con altas capacidades entra en la universidad y apunta a la NASA
Ha comenzado su formación en la Universidad Pablo de Olavide.
Las altas capacidades, además de ser una característica presente en un 10% de los niños, pero si hablamos de superdotados, aquellos cuyo coeficiente intelectual supera los 130 puntos, el porcentaje baja hasta el 2%, según la Asociación Española de Superdotados y con Talento.
Entre ellos hay casos como el que recoge La Voz del Sur, el de Daniel, un niño de 12 años de Triana (Sevilla) que ha comenzado a formarse en la Universidad Pablo de Olavide a pesar su corta edad. Según informan en el citado medio, ha empezado a cursar la asignatura de Química general y orgánica.
"Él se aburría en clase, las horas se le hacían eternas. Me puse a investigar y descubrí que había un acuerdo entre la UPO y la Asociación Española de Superdotados y con Talento", ha explicado al diario andaluz su madre, María. El pequeño asegura que le encantan las ciencias y que pensó en opciones como pasarle de curso, algo muy común en niños con sus características, pero no lo hizo por mantener su grupo de amigos.
Su objetivo es ser ingeniero espacial en la NASA, para lo que ha comenzado ya su formación. "Para eso, tienes que entender cómo funciona la materia, la energía y la química. Me apunté aquí para ir aprendiendo un poco", ha destacado el joven al diario andaluz. Sin embargo, esta asignatura a la que acude como oyente tras ser aprobado por su colegio y la Junta de Andalucía como parte del proyecto de la Asociación Española de Superdotados y con Talento, no tiene trascendencia y puede aprobarla o no, ni le contará para ser convalidada en el futuro.
El profesor ha asegurado a La Voz del Sur que trata de equiparar los contenidos para todos los alumnos y que Daniel no tenga ningún trato especial. "Yo he intentado en todo momento que fuera un alumno más, no explicar cosas distintas. A lo mejor alguna vez me he detenido más en alguna explicación, pero nunca de forma personalizada, sino que también sirviera para que el resto de la clase recordara algo", ha destacado. Sin embargo, ha admitido que sí que buscan darle un refuerzo a nivel matemático para la parte más práctica o de fórmulas de la programación.
Sin embargo, las características de Daniel no son solo intelectuales, también tiene una particular parte personal, según ha detallado su madre es "muy emocional". "O de blanco o negro, lo ve todo intensamente. Tiene una madurez intelectual por encima, pero emocionalmente tiene 12 años. Esa asincronía es un conflicto, a veces difícil de gestionar, pero lo vamos consiguiendo", ha explicado al citado medio.
Como objetivos a corto plazo quiere ir a un campamento de la NASA en Madrid a seguir aprendiendo y estudiar Ingeniería Aeroespacial. "Primero quise ser astronauta, pero pensé que meterme en un tubo de metal gigante a 200.000 por hora no era buena idea. Luego quise ser astrofísico, estudiar cómo son las estrellas, cómo se mueven. Pero luego quise construir los tubos en los que irán otros a Marte", ha detallado el joven.