Una camarera recibió de propina un billete de lotería premiado con 10 millones de euros: el final es inesperado
Una historia de película.
En estos días, miles de españoles compran sus boletos para probar suerte en el sorteo de Lotería de Navidad y que les toque un buen puñado de euros para cambiar de vida, tapar agujeros o darse algún capricho. Sin embargo, que te toque la lotería no es siempre una buena noticia.
Así lo demuestra la historia de una camarera estadounidense, Tonda Dickerson, que recibió un billete de lotería a modo de propina en el bar que trabajaba en Alabama en 1999. Tres días más tarde, Dickerson comprobó el número y resultó ser un boleto ganador por el que recibiría diez millones de euros.
Lo que prometía ser una buena noticia no fue así ya que los compañeros de la camarera la denunciaron aludiendo que las propinas se repartían. Un tribunal de Alabama les dio la razón.
Ese no fue el único problema de Dickerson, el cliente que le regaló el boleto también la demandó asegurando que la camarera había prometido regalarle un camión y su exmarido la secuestró, apuntándole con una pistola. La camarera pudo defenderse y herir a su exmarido para zafarse de él.
Años después, Dickerson pudo conservar alguna de sus ganancias tras gastarse parte de su dinero en juicio, y compartirlas con su familia. Según los tabloides británicos, la camarera siguió trabajando en un casino.
