Sigue la plaga de polillas gigantes en Madrid: ¿qué comen exactamente estas 'invasoras'?
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Estos días, la capital de Madrid y diversas áreas de la provincia han sido testigos de un incremento significativo de polillas, impulsado por las altas temperaturas. La especie en cuestión es la autographa gamma, conocida por migrar durante las estaciones calurosas en busca de climas más frescos. A pesar de ser un insecto inofensivo, numerosos habitantes de la capital han expresado su inquietud a través de redes sociales como X (anteriormente Twitter) y en grupos de WhatsApp.
¿Qué son exactamente las polillas?
Las polillas son en su mayoría herbívoras, aunque existen algunas excepciones. Estos insectos se nutren de una amplia gama de productos vegetales y de diversas partes de las plantas. Su dieta varía principalmente según el estadio de desarrollo en el que se encuentren, ya que pasan por varias fases: huevo, oruga o larva, pupa (conocida como crisálida) y adulto (imago).
Este grupo de insectos es muy diverso y se encuentra prácticamente en todo el planeta. Aunque desempeñan roles importantes en los ecosistemas, como la polinización y formar parte de la cadena alimentaria siendo presas de aves, murciélagos y arañas, también pueden causar graves daños en bosques y cultivos. Muchas especies de polillas viven en zonas urbanas y afectan a los hogares al alimentarse de productos que se encuentran en las viviendas. Probablemente te has preguntado qué comen las polillas de la ropa; en su fase de oruga, la Tineola bisselliella consume diversas fibras textiles, cereales y otros alimentos almacenados, convirtiéndose en una plaga doméstica. Otro caso es la polilla de la alfombra (Trichophaga tapetzella), que se alimenta de alfombras, tapices, muebles y tejidos animales.
Según la especie, las polillas pueden consumir diferentes tipos de alimentos, tales como:
- Hojas
- Frutos
- Semillas
- Tallos
- Raíces
- Néctar
- Exudados vegetales
- Miel
- Hongos
- Telas
- Madera
- Alimentos domésticos (cereales y harinas)
- Grasas
- Restos de insectos
- Excrementos
¿Qué comen las crías de polillas?
Al nacer, las hembras fecundadas depositan los huevos en plantas específicas. Tras el desarrollo embrionario, nacen las larvas conocidas como orugas. Estas tienen una anatomía distinta a la de los adultos y cuentan con un aparato bucal especializado para masticar materiales vegetales, llamado "mandíbulas". Una parte de la boca está endurecida y la otra, más suave, contiene un órgano llamado "hilera" para producir seda.
Las orugas son las que generan problemas en cultivos y viviendas al devorar diferentes tipos de materia vegetal. Principalmente se alimentan de hojas, aunque también incluyen tallos, flores, frutas, raíces y semillas. Algunas especies, como las del género Eupithecia, imitan ramitas para atrapar y devorar otros insectos.
Ejemplos específicos de plantas consumidas por orugas de polillas incluyen:
- Polilla gitana (Lymantria dispar): defoliadora de robles, alisos rojos, abetos de Douglas y tsugas occidentales.
- Polilla de invierno (Operophtera brumata): se alimenta de plantas de arándanos, diversas coníferas y árboles caducifolios, causando estragos en algunas áreas.
- Gusano cogollero (Helicoverpa zea): plaga común en plantaciones de maíz, algodón y tomate.
¿Qué comen las polillas adultas?
En la etapa adulta, tras varias transformaciones, las polillas desarrollan un aparato bucal llamado probóscide, que les permite succionar líquidos como néctar, brotes de tallos y frutas, así como miel. Algunas, como la polilla de la grasa (Aglossa cuprina), pueden consumir materia grasa vegetal o animal.
Un grupo de polillas arcaicas, de la familia Micropterigidae, conserva mandíbulas móviles en estado adulto, permitiéndoles consumir polen. Otros adultos no se alimentan porque carecen de aparato bucal funcional, como ciertos miembros de la familia Saturniidae, que sobreviven de reservas acumuladas.
La cantidad de alimento que consume una polilla varía según la especie y el estadio de desarrollo. Las orugas consumen más alimento que los adultos debido a la duración de esta etapa y la necesidad de acumular reservas para la metamorfosis. Las orugas pueden causar defoliación significativa en plantaciones y daños ecológicos, afectando gravemente a los ecosistemas.