La psicología descubre el motivo por el que cerramos los ojos al besarnos

La psicología descubre el motivo por el que cerramos los ojos al besarnos

Se puede comprobar la próxima vez que des un beso a alguien.

Imagen de archivo de una pareja dándose un beso.Getty Images

Un fenómeno común pero intrigante que ocurre durante un beso es el acto casi reflejo de cerrar los ojos. Este gesto, que a menudo pasa desapercibido, fue objeto de un estudio científico que ha arrojado luz sobre su propósito.

Un equipo de psicólogos del Royal Holloway College, de la Universidad de Londres, descubrió que cerramos los ojos al besar para permitir que nuestro cerebro se centre en la tarea en cuestión. Según los investigadores, nuestra mente tiene dificultades para procesar un sentido si está recibiendo un estímulo visual al mismo tiempo.

El estudio se basó en el análisis de diversas experiencias sensoriales visuales y táctiles. Los participantes del estudio realizaron diversas tareas visuales mientras los científicos medían su sentido del tacto. Los resultados mostraron que somos menos sensibles al tacto cuando nuestros ojos están más ocupados.

Esto significa que cuando estamos besando y realizando simultáneamente otras actividades placenteras, como bailar o practicar sexo, preferimos centrarnos en el sentido del tacto más que en ningún otro. Por lo tanto, tiene sentido que nuestros párpados se cierren.

"Cerrar la entrada visual nos deja disponibles más recursos mentales para centrarnos en otros aspectos de nuestra experiencia", explicó Polly Dalton, una de las autoras del estudio, como recogió la BBC. Esta investigación amplía el enfoque al sentido del tacto, un aspecto que hasta ahora no se había explorado en profundidad.

El estudio también reveló que cuando distraemos a nuestro cerebro con imágenes, nuestro tacto no funciona igual de bien. Cuanto más estímulo visual recibimos, menos sensibilidad táctil experimentamos. Esto se puede comprobar fácilmente la próxima vez que des un beso a alguien.

Este hallazgo proporciona la primera demostración sólida de 'adormecimiento por falta de atención’. En resumen, cuando nuestro cerebro está ocupado procesando imágenes visuales, nuestro sentido del tacto se adormece.

Este descubrimiento no solo resuelve el misterio de por qué cerramos los ojos cuando besamos, sino que también arroja luz sobre cómo nuestro cerebro procesa las experiencias sensoriales. Aunque este estudio se centró en el acto de besar, sus hallazgos podrían tener implicaciones más amplias para entender cómo nuestro cerebro gestiona múltiples estímulos sensoriales.