Ventajas e inconvenientes de los 'alarmantes' edulcorantes de la OMS
La OCU reacciona a la guía de la Organización Mundial de la Salud y emite otro documento para conocer a fondo el 'mundo' del azúcar y sus derivados.
La OMS dio el aviso el pasado lunes y pilló por sorpresa a más de uno. En una guía actualizada sobre el consumo de edulcorantes, desaconsejaba su consumo excepto para los diabéticos, por el efecto de regulación y control del azúcar en sangre.
Según indicaba el organismo internacional en su trabajo, este tipo de aditamentos pueden suponer un grave problema a largo plazo, con una posibilidad de aumentar el riesgo de sufrir enfermedades.
Al respecto, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado otra guía para analizar ventajas e inconvenientes de este tipo de productos. Sobre esto, apuntan que "los edulcorantes han ido ganando terreno al azúcar, aprovechándose sobre todo del halo de producto nocivo que este ha adquirido al ir asociado a la obesidad y a enfermedades cardiovasculares".
"Sin embargo, el problema real no es el consumo de azúcar sino su abuso", matiza.
Azúcares tradicionales
Entre las ventajas, la OCU detalla que aportan dulzor y son buenos conservantes. Sin embargo, aportan bastantes calorías (4 kcal/g en el caso del azúcar y la fructosa, y 3 kcal/g en el caso de la miel) y provocan caries, por lo que la OMS recomienda no pasar de los 50 g al día e, idealmente, los 25 g/día.
Polialcoholes o “azúcares alcohol”
Son de origen natural y están presentes en diferentes vegetales y frutas como las manzanas, peras o ciruelas, entre otras. En este grupo están el sorbitol, manitol, isomaltitol, maltitol, lactitol, xilitol y eritritol.
Dos son sus principales ventajas: Aportan menos calorías que el azúcar, con una media de 2,4 kcal/g (el eritritol tiene un poder calórico inferior a 0,2 kcal/g) y no provocan caries.
En cambio, su ingesta puede provocar incremento de gases por fermentación bacteriana en el intestino, flatulencias, e incluso diarreas y dolores abdominales. Además, en dosis elevadas tienen efecto laxante.
Edulcorantes intensivos
Aquí se incluyen productos como la estevia, la sacarina y otros menos célebres como aspartamo, ciclamatos, acesulfamo K, sucralosa, taumatina o neohesperidina. Su poder edulcorante es entre 50 y 2.500 veces superior al del azúcar, pero presentan numerosas contraindicaciones.
Por el lado de las ventajas, este grupo incluye tres principales además de su potencia edulcorante: son muy poco calóricos, no provocan caries y no influyen en los niveles de azúcar en sangre.
En cuanto a la lista de inconvenientes, la OCU detalla cuatro: algunos pueden dar notas amargas (como la sacarina o el acesulfame K) o metálicas (ciclamato); en la cocina son poco utilizables y no valen para reposteria; la normativa obliga a indicar a los productos que contengan aspartame: “Edulcorante artificial aspartame. No apto para fenilcetonúricos” y la necesidad de disminuir el consumo de productos con edulcorantes para evitar alcanzar los límites recomendados de ingesta.
Personas de riesgo
En los niveles marcados por la OMS ninguna persona en situación de normalidad debería tener problemas con los edulcorantes, pero sí diversos grupos de riesgo por su situación sanitaria. Entre estos, la OCU detalla:
Personas que padecen alergias, asma, urticaria o son intolerantes al ácido acetilsalicílico.
Niños menores de 3 años.
Mujeres embarazadas.
Personas mayores.
Personas enfermas..
Personas con una dieta monótona de comidas preparadas.