Una red de 22.000 farmacias para multiplicar el éxito de la lucha antitabaco

Una red de 22.000 farmacias para multiplicar el éxito de la lucha antitabaco

No sólo hemos aprendido que el tabaco mata. Hemos aprendido también mucho sobre por qué todavía un 22% de la población española sigue fumando.

Jesús Aguilar, presidente del Consejo General Colegios FarmacéuticosConsejo General de Farmacéuticos

Hace ahora 60 años que el Surgeon General, la máxima autoridad en salud pública en Estados Unidos, publicó el primer informe oficial que reconocía la vinculación del tabaco con la aparición de cáncer de pulmón. El informe desató una enorme polémica política y mediática y fue el germen de las primeras regulaciones legales para controlar el consumo de tabaco, que aún hoy sigue siendo la primera causa de muerte evitable en los países desarrollados.

Sí, hace sólo 60 años de aquello. Y en el caso de España menos aún. Para cuando los ecos de ese informe se transformaron en nuestro país en las primeras cajetillas con advertencias de 'Fumar perjudica seriamente la salud' y en las primeras limitaciones de venta a menores, a inicio de los años 80, la epidemia de tabaquismo parecía ya incontrolable, con un 40% de españoles que fumaban a diario, entre ellos, los decisores políticos y los colectivos ejemplificantes de profesores o sanitarios a los que se fiaba la tarea de poner fin a la epidemia.

Ha llovido mucho desde aquello. No sólo en términos de regulación, con el desarrollo de prohibiciones de publicidad o la creación de espacios sin humo. También en términos científicos. Hoy sabemos que el consumo de tabaco no sólo provoca cáncer de pulmón sino que está relacionado con al menos 35 enfermedades, como la EPOC, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares y que es responsable de al menos el 30% de los cánceres de todo tipo que se producen. 

Hoy sabemos que el tabaco mata a más de 50.000 españoles al año, el equivalente a borrar del mapa capitales del tamaño de Segovia, Huesca o Cuenca cada año.

Pero no sólo hemos aprendido que el tabaco mata. Hemos aprendido también mucho sobre por qué todavía un 22% de la población española sigue fumando pese a ser consciente de los riesgos que entraña.

La red de farmacias comunitaria, por la que cada día pasan 2,3 millones de personas sin cita previa, casi el triple que a centros de salud tiene una enorme capacidad para incrementar la adherencia y el cumplimiento de los tratamientos, evitando que siga creciendo el número de fumadores que intenta dejar el tabaco y fracasa en el intento

Hemos comprendido que el tabaquismo “se contagia” de generación en generación y que para blindar las nuevas generaciones y evitar que los adolescentes españoles sigan empezando a experimentar con el tabaco desde que tienen tan sólo 14 años es necesario ayudar a los adultos ya fumadores a abandonar el hábito. 

Y, sobre todo, hemos aprendido que los fumadores no quieren ser fumadores, que más del 60% de los que consumen tabaco a diario se plantea dejar de fumar… y que más del 40% lo ha intentado en vano.

Es precisamente en ayudar a esa importantísima parte de los fumadores que quiere dejar de fumar y que arrastra la constancia de haber fracasado en su intento, en la que debemos concentrar los esfuerzos porque con ello protegeremos su salud, pero también la de generaciones futuras.

Hacerlo requiere utilizar todo el potencial y recursos disponibles para llegar a cada una de esas personas, ayudando en el cumplimiento de las terapias de cesación tabáquica, que incrementan su éxito cuando tienen un seguimiento cercano por parte de sanitarios como los farmacéuticos.

Jesús Aguilar, en la Comisión de Reconstrucción en el CongresoCONSEJO GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE FARMACÉUTICOS

Actualmente son ya ocho las comunidades autónomas (Andalucía, Baleares, Canarias, Castilla y León, Cataluña, Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana) en las que la red de farmacias comunitarias colabora con las autoridades en programas para combatir el tabaquismo. Son iniciativas que están permitiendo llegar, gracias a la cercanía de la red de más de 22.000 farmacias, a localidades y colectivos difícilmente accesibles en caso contrario y que deben extenderse al todo el país en beneficio de los pacientes.

Como expertos en los medicamentos, los farmacéuticos aconsejan a los pacientes en el uso adecuado de las más de 70 presentaciones de terapias sustitutivas con nicotina que están disponibles entre parches, chicles, comprimidos o sprays bucales y que no exigen receta médica.

Y, por supuesto, guían y hacen seguimiento de los pacientes que, bajo prescripción médica, inician un tratamiento con alguno de los tres principios activos de medicamentos disponibles actualmente en el mercado español bajo financiación pública para determinados colectivos de pacientes.

Hoy sabemos que el tabaco mata a más de 50.000 españoles al año, el equivalente a borrar del mapa capitales del tamaño de Segovia, Huesca o Cuenca cada año
Jesús Agular

La red de farmacias comunitaria, por la que cada día pasan 2,3 millones de personas sin cita previa, casi el triple de las que acuden a centros de salud tiene una enorme capacidad para incrementar la adherencia y el cumplimiento de esos tratamientos, evitando que siga creciendo el número de fumadores que intenta dejar el tabaco y fracasa en el intento.

Pero también puede ayudar a la prevención con la captación de fumadores de todas las edades que quieren abandonar el hábito tabáquico (o que incluso no se lo han llegado a plantear aún) a través de campañas informativas y advertencias de los riesgos extra del consumo de tabaco en determinados colectivos, o entre quienes están en tratamiento con ciertos medicamentos especialmente sensibles al tabaco.

La red de farmacias comunitarias es un importantísimo agente de salud pública que puede ofrecer a la lucha contra el tabaco más de 22.000 puntos repartidos en cada rincón del país para captar fumadores, informar, prevenir y hacer seguimiento de los tratamientos.

En el Día Mundial sin Tabaco, decidámonos a usar ese enorme potencial de la farmacia para ayudar a los fumadores de hoy y evitar que lo sean mañana.

               Jesús Aguilar es presidente del Consejo General Colegios Farmacéuticos