Expertos ponen el foco en la posible toxicidad de los materiales con el que se elaboran los hilos dentales
En su origen, el hilo era de seda.
El uso del hilo dental, tres veces al día, para mantener nuestra salud bucal es tan fundamental —o más— que cepillar los dientes.
Y aunque este hilo en su origen era de seda, el material con el que hoy se elaboran podrían tener consecuencias indeseadas sobre nuestros dientes y encías, y sobre nuestro organismo en general.
Laura González, odontóloga en We Clínica Dental de Madrid, explica en la web welife que los materiales que se utilizan habitualmente son politetrafluoroetileno, nailon derivado del petróleo, nailon de origen vegetal y seda, y están recubiertos de cera, glicerina o sustancias perfluoroalquiladas.
El politetrafluoroetileno, conocido popularmente como teflón, el elemento antiadherente usado en sartenes y ollas, pero también en pinturas y barnices, en muebles y cosméticos, se produce a partir de sustancias perfluoroalquiladas o PFAS. Estas sustancias son conocidas por su resistencia, que también se traslada al medioambiente y que, como indican algunas investigaciones, pueden acumularse en los seres vivos y provocar problemas de salud como daños hepáticos, enfermedad tiroidea, obesidad, problemas de fertilidad y cáncer.
Los resultados de la investigación realizada por el Instituto Silent Spring en Newton "refuerzan la evidencia de la exposición a PFAS a través de los envases de alimentos e implican la exposición a través del hilo dental a base de PTFE por primera vez, un hallazgo que justifica un seguimiento inmediato en un estudio futuro".