Una mujer come solo sardinas durante 3 meses y este fue el desenlace
Esta fue la estrategia que siguió y los resultados hablan por sí solos... aunque tiene letra pequeña.
Su nombre es Jane Crummett, y a sus 62 años y tras muchos de ellos padeciendo una fuerte adicción por la comida, que limitó su vida de enormemente hasta alcanzar los 108 kg y provocarle fuertes dolores en las piernas, inflamaciones y todo tipo de patologías físicas, decidió que era el momento de dar un vuelco a su vida.
Crummett se puso a dieta y, tras seguir una dieta convencional, logró perder un total de 29 kilos, llegando a situarse en menos de 80 kg. Pero al poco tiempo, la francesa se percató de que había 'tocado techo', se estancó, y de nuevo comenzó a ganar peso, hasta situarse en 88 kg. Fue en ese momento cuando desde su cabeza brotó una idea de lo más extraña... pero efectiva.
Así, decidió empezar la dieta de la sardina, o lo que es lo mismo, alimentarse únicamente a base de este pescado... durante 3 meses. Aunque pueda parecer una historia de lo más extraña y para muchos, angustiosa, para Crummett fue un salvavidas, ya que durante esos más de 90 días, logró adelgazar 15 kg.
Pero, ¿cómo es posible?
Evidentemente este proceso tiene una explicación. Y es que, al consumir tantas sardinas, uno de los efectos es la reactivación del metabolismo, algo que permite al cuerpo quemar grasa de forma mucho más rápida para así conseguir energía.
Así, Crummett hizo de este pescado azul su única comida, y cada día ingería cuatro latas de sardinas junto a un poco de aceite MCT, que es una forma de grasa derivada del aceite de coco. En total, consumía unas 1.500 calorías al día, y según confesó ella misma, "no me muero de hambre".
De acuerdo con sus declaraciones, esta dieta le había permitido reducir su nivel de azúcar en sangre y aliviar su dolor de piernas. Además, asegura que solo en las dos primeras semanas logró perder un total de 3 kg solo de líquido.
Pero la ingesta de sardinas no es solo positiva para el aspecto físico, sino también para la 'cabeza', ya que las proteínas, ácidos grasos omega-3, vitamina D y calcio que contienen, suponen un gran beneficio para el funcionamiento del cerebro.
Efectos negativos del abuso de sardina
Pero no todo es positivo, ya que tal y como apunta el Doctor británico Masarat Jilani, las sardinas -y las latas de conserva- tienen una gran cantidad de mercurio, que al entrar al cuerpo en cantidades tan elevadas, pueden acumularse y provocar serios problemas en el correcto funcionamiento del organismo.
Además, asegura que al no contener fibra, que es vital para la salud intestinal y la digestión humana, el consumo exacerbado de sardinas puede provocar estreñimiento. Por otro lado, apunta que "la forma en que se enlatan las sardinas significa que normalmente se conservan con sal o aceite", lo que implica que, en caso de consumir sardinas saladas, se consumirá demasiado sodio, pudiendo elevarse la presión arterial y obligando a un esfuerzo extra a los riñones.