Una bióloga española revela el reloj maestro del cuerpo que controla el envejecimiento y las claves para dominarlo

Una bióloga española revela el reloj maestro del cuerpo que controla el envejecimiento y las claves para dominarlo

Tiene mucho que ver con los horarios de comidas y sueño.

Persona mayor dando la mano a otra más joven.Getty Images

El envejecimiento es inevitable, pero hacerlo de la mejor forma posible para nuestro organismo sí es posible. Los especialistas apuntan a una buena dieta, ejercicio físico y hábitos saludables, pero también es importante controlar los ciclos circadianos.

La bióloga María de los Ángeles Rol de Lama, Catedrática de la Universidad de Murcia y directora del Laboratorio de Cronobiología, recomienda en La Opinión de Murcia adoptar ciertos hábitos que podrían ayudar a mantener en sintonía ese reloj biológico que controla las 24 horas del día del organismo.

Tal y como establece Rol de Lama, los procesos a los que se enfrenta el cuerpo están finamente sincronizados para evitar interferencias entre ellos. Buen ejemplo de ello es que el cuerpo se prepara para ayunar y dormir por las noches y para alimentarse y estar activo durante el día. 

En este sentido, apunta a que tenemos "un reloj maestro" que nos envía señales al resto del cuerpo. Este es el núcleo supraquiasmático (NSQ), ubicado en el hipotálamo, que se encarga de mantener todos los ritmos del resto de órgano a través de "relojes secundarios" a los que envía señales nerviosas y hormonales como, por ejemplo, la melatonina para dormir.

"Funciona con un pequeño margen de error, de unos 12 minutos más por día", explica sobre este mecanismo interno, que recuerda que puede verse afectado por factores externos como la luz o la oscuridad, la alimentación o el ejercicio.

Este reloj empieza a fallar con la edad. Según Rol de Lama, los "genes responsables de regular el reloj comienzan a fallar y se reduce la sincronización entre las neuronas que forman el NSQ", lo que genera un ritmo circadiano menos estable y más fragmentado afectando, por ejemplo, al sueño.

La edad reduce la producción de melatonina, que mantienen el reloj en hora, pero también se alteran los factores externos: se hace menos actividad física, se tienen menos contactos sociales y se alteran los horarios de las comidas.

"La luz azul, fundamental para ajustar el reloj, pierde efectividad con la edad debido a los cambios en el cristalino, como el amarilleamiento o las cataratas", explica a La Opinión de Murcia.

Rol de Lama apunta que es normal que, con la edad, se duerman menos horas, más temprano y con un sueño menos profundo y más alterable por los estímulos externos.

Para mantener en orden el reloj maestro del cuerpo y mantener los ciclos circadianos lo menos alterados posibles, la bióloga recomienda tener una rutina estructurada, "mantener una vida ordenada, hacer ejercicio y comer a horas regulares, exponerse a la luz natural durante al menos dos horas al día y mantener contactos sociales regulares".