Un nuevo estudio vincula el sueño con el azúcar en sangre

Un nuevo estudio vincula el sueño con el azúcar en sangre

Podría abrir una ventana a los pacientes con diabetes tipo 2. 

Una persona que no logra conciliar el sueño.Getty Images

Un nuevo estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Berkeley, California (EEUU) ha demostrado que el sueño está relacionado con los niveles de azúcar en sangre y con los tratamientos de los pacientes con diabetes tipo 2. 

La investigación ha sido publicada en la revista Cell Reports Medicine y en ella se apunta a que las ondas cerebrales provocadas por el sueño profundo afectan nuestra sensibilidad a la insulina. Según los investigadores, las ondas cerebrales sincronizadas durante el sueño tienen efectos en todos los ámbitos del cuerpo, también en la regulación del azúcar.

"Estas ondas cerebrales sincronizadas actúan como un dedo que toca la primera ficha de dominó para desencadenar una reacción en cadena desde el cerebro al corazón, cambiando en última instancia la regulación del azúcar en sangre por parte del cuerpo", explica Matthew Walker, profesor de neurociencia en la Universidad de Berkeley y autor principal del estudio.

Walker, que inició la investigación con 600 personas después de obtener resultados en 2021 con ratones, diferencia dos tipos de ondas cerebrales que intervienen en la sensibilidad a la insulina: husos del sueño y ondas lentas. 

"Este acoplamiento particular de las ondas cerebrales con el sueño profundo era más predictivo que la duración o la eficiencia del sueño de un individuo", añade Raphael Vallat, coautor del estudio.

Los investigadores hallaron que el conjunto específico de ondas cerebrales combinado con el sueño profundo predecía el control del azúcar en sangre al día siguiente, incluso después de tener en cuenta otros factores como la edad, el sexo, la duración y la calidad del sueño.

De este modo, aseguraron que podrían darse distintas pautas para el tratamiento de la diabetes tipo 2. "Los tratamientos para la diabetes, que ya están en el mercado, a veces pueden resultar difíciles de seguir para los pacientes, señalan. Lo mismo ocurre con los cambios recomendados en el estilo de vida, incluidos diferentes hábitos alimentarios y ejercicio físico regular", añaden.