Un nuevo estudio encuentra un componente de la cerveza con información crucial en la lucha contra el cáncer
Un hallazgo que podría abrir nuevas vías de investigación sobre la enfermedad.
Un estudio realizado por un equipo de la Virginia School of Medicine y el Laboratorio Europeo de Biología Molecular de Heidelberg ha encontrado en la levadura de cerveza una posible clave en la lucha contra el cáncer. La investigación, publicada en la revista Nature Communications, ha revelado que la levadura utilizada durante siglos para la elaboración de la cerveza S. Pombe, presenta comportamientos que pueden ser cruciales para entender cómo las células cancerosas sobreviven en condiciones desfavorables.
La levadura que se usa desde hace siglos en el proceso de fermentación de la S. Pombe, guarda ciertas similitudes con las células humanas, lo que puede convertirla en útil para investigar diversas enfermedades. El equipo de científicos descubrió que esta levadura, en ausencia de nutrientes suficientes, entra en una especie de estado de "hibernación" en lugar de morir, un proceso que también se observa en células cancerosas. Estas, al igual que la levadura, se enfrentan a una constante falta de nutrientes y, en lugar de morir, se adaptan para sobrevivir, lo que ayuda a evitar que las detecte el sistema inmunológico.
Ahmad Jomaa, coautor del estudio, explica al diario Berliner Morgenpost: "Las células pueden tomarse una pausa cuando las condiciones son difíciles. Entrar en este estado de 'sueño profundo' les permite sobrevivir para reaparecer cuando las condiciones mejoran”. El estudio observó que las células de levadura, al entrar en este estado de reposo, cubren sus mitocondrias con ribosomas, creando una especie de escudo protector. Sin embargo, el motivo que explica este comportamiento aún no se entiende del todo.
El equipo de investigadores tiene como objetivo seguir profundizando en cómo las células cancerosas logran sobrevivir en estas condiciones adversas y cómo se activan nuevamente. Comprender este proceso podría ayudar a desarrollar terapias dirigidas a “interrumpir” esta hibernación, lo que podría mejorar los tratamientos existentes contra el cáncer al evitar que las células malignas sobrevivan durante largos períodos.