Un científico destapa la realidad detrás de los nuggets de pollo: "Si descubres lo que hay dentro no volverás a comerlos"
Lejos de lo que se pudiera pensar, el ingrediente principal no es la carne de pollo.
Aunque es muy común en las cocinas, especialmente si hay niños pequeños en casa, los nuggets de pollo no son una opción especialmente saludable. Al ser un alimento ultraprocesado contiene cantidad de grasas saturadas que se suman a las de la elaboración, en la mayoría de los casos, fritos.
La carne de su interior es de poca calidad y ahora una investigación científica se ha encargado de analizar qué hay en el interior de estos rebozados. La investigación de Dr. Richard D de Shazo, profesor de medicina y pediatría en la Universidad de Mississippi, en 2013 se encargó de diseccionar el interior de estos nuggets de dos conocidos establecimientos de comida rápida llevándose una sorpresa nada agradable.
Los resultados mostraron que el nugget del primer restaurante, sin contar el rebozado, estaba compuesto en un 50% de tejido muscular, el otro 50% estaba compuesto por grasa, algunos vasos sanguíneos y nervios, así como “generosas cantidades de epitelio [piel y otros órganos] y otros tejidos". A nivel nutricional estaba compuesto un 56% de grasa, 25% de carbohidratos y solo un 19% de proteína.
Por su parte, el segundo nugget estaba compuesto en un 40% por músculo esquelético y "generosas cantidades de grasa y otros tejidos, incluyendo tejido conjuntivo y huesos". A nivel nutricional se componía por un 58% de grasa, 24% de carbohidratos y 18% de proteína. "Si descubres lo que hay dentro no volverás a comerlos", aseguró el investigador.
El alto contenido en grasas y vísceras de estos animales llevó a Shazo a criticar que recibieran el nombre de pollo, cuando lo que se come, en su mayoría no es carne de pollo. "Hemos cogido un producto muy saludable, carne magra blanca, y la hemos procesado para acabar haciendo un producto grasiento, y lleno de azúcar y grasa", añadió.