Siete beneficios del ingrediente subestimado
No gusta a todo el mundo, pero puede ser bueno para la salud.
El picante es un elemento que divide y que, generalmente, está subestimado porque no a todo el mundo gusta. Sin embargo, aunque no goce de demasiada popularidad o no agrade a todo el mundo, su consumo moderado puede tener algunos beneficios para la salud.
Esto se debe a compuestos químicos como la capsaicina, la piperina o la allicina, que son los que activan esas sensaciones de picor en los nociceptores.
Tal y como recoge la nutricionista Judith Torrell en la web de Mapfre, podría ser bueno de forma moderada para favorecer las digestiones. "Por ejemplo, el jengibre favorece la digestión y previene las náuseas y vómitos derivados del embarazo o la quimioterapia", señala.
Sin embargo, cabe recordar que no deben tomar picante las personas que sufran úlcera gastroduodenal, gastritis, colon irritable, reflujo, hemorroides, problemas hepáticos e incluso deberían evitarlo las mujeres embarazadas o lactantes y los menores de seis años.
Del mismo modo, apunta que el jengibre y el wasabi pueden ser antisépticos o antibacterianos por lo que puede ayudar a prevenir las toxiinfecciones en los pescados crudos propios de platos como el sushi.
Un tercer beneficio que recoge Torrell en la citada web es su capacidad antiinflamatoria a nivel arterial, que activa la circulación. Del mismo modo, lo recomienda como un sustituto de la sal para luchar contra la hipertensión.
También se conoce como un "analgésico natural" ya que "engaña" al sistema nervioso actuando sobre los receptores del dolor. La especialista recuerda que compuestos como la capsaicina se utiliza en fórmulas farmacológicas para medicamentos contra la psoriasis, artritis reumatoide o neuralgias.
Un quinto beneficio que tiene es que puede activar el metabolismo energético, algo que se produce en alimentos como la mostaza o la pimienta, lo que podría ayudar a tratar el sobrepeso, la obesidad o enfermedades como la diabetes, ya que también ayuda a regular la glucosa en sangre.
Algunos alimentos picantes, como el ají, también podrían estar relacionados con una mayor esperanza de vida. Según una investigación con una muestra de 70.000 personas en Estados Unidos, Italia, China e Irán, las personas que consumían ají redujeron en un 26% la mortalidad cardiovascular y un 23% las causas de muerte por cáncer.
Por último, algunos estudios apuntan que puede mejorar la congestión nasal y la mucosidad. Tal y como recoge la clínica Mayo, "la capsaicina, el ingrediente responsable por el picante en los pimientos, en el interior de la nariz puede aliviar la congestión nasal".
Aunque recuerdan que hace falta más investigación al respecto, asimismo cabe recordar que a la hora de hacer cualquier alteración en la dieta hay que consultar con un médico o especialista especialmente si se tiene alguna enfermedad.