Cómo de peligrosa es la picadura de la carabela portuguesa: cómo prevenir y qué hacer si pica
Se están avistando en algunos lugares de las costas españolas.
En los últimos días la carabela portuguesa ha saltado a los titulares después del avistamiento de este tipo de medusa en distintos puntos de la costa norte de España. Aparecieron algunas en Asturias y en Cantabria, y han sido especialmente problemáticas en el País Vasco: La Concha de San Sebastián izó la bandera roja este viernes tras localizar 73 ejemplares. Los expertos justifican su llegada por las dinámicas de los vientos.
La carabela portuguesa (Physalia physalis) se reconoce fácilmente por su característica vela en la parte superior del cuerpo. Sus tentáculos pueden llegar a medir varios metros y es una de las especies más urticantes.
Rafael González Quirós, director del Centro Oceanográfico de Gijón, ha señalado a El Comercio que hay que relativizar su peligrosidad: "Muchas veces se dice que puede causar la muerte, pero eso solo es posible en caso de haber dado con un ejemplar grande y que a quien pique lo haga en gran cantidad y tenga problemas de corazón".
Según sus pautas, nunca hay que tocarlas —ni siquiera aunque parezca que está muerta en la arena— y, si hay contacto, hay que pedir ayuda a los socorristas. "Lo que nunca hay que hacer es frotarse ni rascarse", puntualiza.
Este experto aconseja además evitar las zonas donde rompen las olas "por el riesgo de que lleven carabelas o fragmentos de las mismas".
Según Crónica Vasca, su picadura se puede prevenir evitando el baño si se ha avisado sobre su presencia y saliendo del agua rápido si se detecta una en las proximidades. Inciden en la recomendación de no tocarla, ni aunque esté en la arena o sobre las rocas y añaden: "El uso de crema solar puede disminuir el riesgo de picaduras ya que tiene cierta capacidad aislante de la superficie corporal, pero no lo evita totalmente".