La posible relación entre la Navidad y la ansiedad
Toma nota estas fiestas.
Las navidades suele convertirse en un periodo de excesos, con tantos compromisos y celebraciones familiares. Excesos con la comida, pero también en ocasiones con la bebida.
Tantos brindis y tantas salidas propician que estos días se consuma más alcohol de lo habitual y que se pierda de vista la moderación, lo que algunos pagan al día siguiente en forma de resaca.
Además de los riesgos para la salud que lleva aparejado el alcohol, el hecho de tener resaca está ligado con tener ansiedad, entre otros síntomas, como pueden ser dolor de cabeza, cansancio o un bajón de ánimo.
Como explican en El Confidencial, "el consumo etílico trastoca varios sistemas de neurotransmisores". Citan un estudio de John H. Krystal, catedrático de psiquiatría de la Universidad de Yale, quien apunta que "al tener demasiada activación de los receptores GABA [el neurotransmisor de la calma] cuando estás borracho, alivias la ansiedad, pero al día siguiente eso se traduce en un mayor trabajo para el cerebro de cara a volver activar estos neurotransmisores para encontrarse en sus plenas facultades o en equilibrio".
Este experto también pone el foco en otro asunto: "Una persona que no bebe habitualmente, pero padece graves intoxicaciones etílicas frecuentes, experimenta una forma muy breve del síndrome de abstinencia del alcohol, además de otras consecuencias para la salud como deshidratación, irritación de la mucosa del estómago o problemas en el sueño".