El fruto seco que abunda en España y es genial para el colesterol y el corazón
Con un elevado contenido proteico.
Ya en la Antigua Roma los legionarios los tomaban en sus campañas para obtener energía. Los piñones son un fruto seco de alto contenido proteico y muchos otros beneficios.
Concretamente el piñón, procedente de la piña, es la semilla de las especies del género Pinus (familia Pinaceae). Como lo describe la Federación Española de Nutrición (FEN), "es de tamaño pequeño, forma alargada y color blanco, parecido en su sabor a la almendra, aunque más dulce y muy aromático".
La campaña del piñón se extiende desde diciembre, cuando se produce la recogida del mismo, hasta finales de verano, cuando sale al mercado ya transformado. Nutricionalmente, es una fuente de ácidos grasos monoinsaturados, poliinsaturados, fósforo, magnesio y vitamina E.
Según la FEN, se trata del fruto seco más rico en grasa después de las nueces de macadamia, lo que "hace que se enrancie rápidamente". "La grasa insaturada alcanza el 89% del total de los lípidos, con predominio de los ácidos grasos poliinsaturados (60%) frente a los monoinsaturados (29%). Así, cabe señalar, que una cucharada sopera de piñones aporta el 35% de los objetivos nutricionales/día respecto al aporte en ácidos grasos poliinsaturados de la dieta. El consumo de piñones ayuda, por tanto, a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares", asegura esta institución.
Además, "sus proteínas son de origen vegetal, con un buen contenido en arginina, que está relacionada con la prevención de la arteriosclerosis".
Como mostró RTVE, su recolección no es nada fácil: es un proceso largo que comienza con las cuadrillas de piñeros bajando las piñas de los árboles y termina muchos meses después en manos de las mondadoras, seleccionando piñón a piñón. De ahí su elevado precio. Un kilo de piñones españoles puede rondar los 90 euros.