Entusiasmo científico con el hallazgo de una proteína capaz de reparar el corazón
Según los autores del estudio, "proporciona una base para terapias genéticas que podrían desbloquear el potencial regenerativo del corazón en humanos".
Un nuevo hallazgo científico ha abierto una vía prometedora para tratar de "regenerar" el tejido cardiaco. Una investigación desarrollada en los Países Bajos por el grupo del Instituto Hubrecht dirigida por Jeroen Bakkers ha descubierto en el pez cebra una proteína que sería capaz de reparar el corazón despertando los genes que regeneran los tejidos dañados del músculo cardíaco, que en condiciones normales se encuentran en estado latente.
Los resultados publicados en la Nature Cardiovascular Research son positivos y no se ha notificado ningún efecto negativo como podría ser un aumento del tamaño del corazón.
La investigación muestra cómo el pez cebra, estudiado con frecuencia en genética, es capaz de recuperar las células del corazón completamente en 60 días, a diferencia de los humanos cuando estas no se recuperan.
"Estudiando el pez cebra y comparándolo con otras especies podemos descubrir los mecanismos de regeneración del corazón. Esto podría conducir a terapias para prevenir la insuficiencia cardíaca en humanos", apunta Bakkers a la agencia de noticias italiana ANSA.
La proteína encargada de esta reactivación es la llamada Hmga1, conocida previamente por su papel en el desarrollo embrionario pero que no está activa en las células humanas adultas. Según los investigadores, esta sirve para desbloquear la cromatina, la sustancia que pliega el ADN en un paquete compacto provocando la reactivación molecular. Con la activación de esta proteína, el paquete genético se despliega y los genes vuelven a activarse.
En los corazones humanos, la proteína Hmga1 no se produce tras un infarto, pero el gen que la controla sí estaría presente. Esto se ha conocido tras una investigación a cargo de Mara Bouwman en ratones, en los que se aplicó proteína al corazón dañado y se estimuló la regeneración de las células del músculo cardíaco.
Para Bakkers, estos resultados "proporcionan una base para terapias genéticas que podrían desbloquear el potencial regenerativo del corazón en humanos". No obstante advierte que estos resultados son preliminares y se debe investigar con células del músculo cardiaco humano en cultivo así como "perfeccionar y probar la terapia antes de poder llevarla a la clínica".