El truco del experto para saber que estás ante un queso de calidad
Estas son algunas de las claves con las que se puede determinar la categoría de los distintos productos.
Aunque no todo el mundo es especialista en quesos, casi todos los amantes de este lácteo que es uno de los más consumidos en el mundo, son conscientes de si el producto que están degustando es de gran calidad o no, aunque para los más 'despistados' o desconocedores, hay una serie de matices y pistas que permiten saber si el queso es de mayor o menor calidad.
Estas pistas han sido reveladas por la doctora en ciencias técnicas e investigadora principal del Laboratorio de Biotecnología de Alimentos y Productos Especializados de la Institución Presupuestaria del Estado Federal para la Ciencia en Moscú, Elena Shchetinina.
Según explicó la experta, cuando estamos ante un buen queso sus características son especialmente reveladoras: "Si un buen queso semiduro o queso amarillo permanece durante algún tiempo en el plato a temperatura ambiente, aparecerán gotas de grasa. Esto significa que el producto está elaborado según la buena tecnología clásica", sostiene Shchetinina.
Por otro lado, añade que para que un queso o queso amarillo cuente con todo lo que debe, "debe contener leche, sal, cuajo, masa madre y cloruro de calcio", en función de cada producto.
El queso azul, diferente
En cambio, si nos centramos en otro tipo de queso, como es el azul, el factor fundamental para que el producto sea de calidad, se encuentra en el productor y responsable de producirlo. Esto se debe a dos aspectos fundamentales: la pureza de los hongos del moho y el cumplimiento de las normas sanitarias e higiénicas por parte de los responsables.
Este último es especialmente importante, ya que el control debe ser muy estricto en todas y cada una de las etapas por las que pase el queso en cuestión. "No solo se reproducen los organismos necesarios, sino también otros que hacen que el queso sea peligroso.", apunta la experta.
En cuanto a los aportes nutricionales que tiene el queso en nuestro organismo, Shchetinina sostiene que con la ingesta de cien gramos de queso al día, se produce un beneficio considerable en cuanto a la formación de huesos, cartílagos, articulaciones y cabello, además de mejorar el sistema cardiovascular, muscular y reproductivo.
Por otro lado, en el caso de las mujeres embarazadas y lactantes, los beneficios son múltiples, gracias a la función del calcio en la construcción y estructura del tejido óseo del feto.
