El ser humano, a un paso de la juventud eterna gracias a la 'velocidad de escape de la longevidad'

El ser humano, a un paso de la juventud eterna gracias a la 'velocidad de escape de la longevidad'

Los avances médicos se aceleran, pero la desigualdad en el acceso sigue siendo el gran obstáculo para extender la esperanza de vida.

Un hombre sostiene en brazos a un bebé.Westend61

La muerte ha sido siempre una certeza ineludible, pero según algunos futuristas, podría estar perdiendo su lugar en la lista de inevitabilidades. La llamada "velocidad de escape de la longevidad”, un concepto que para la revista Esquire parece salido de la ciencia ficción, plantea que los avances médicos podrían llegar a extender nuestra esperanza de vida más rápido de lo que envejecemos.

La idea, promovida por un antiguo ingeniero de Google y destacado futurólogo centrado en la Inteligencia Artificial, Ray Kurzweil, establece que en un futuro cercano (cinco años) podríamos añadir más tiempo a nuestras vidas de lo que perdemos envejeciendo. Según Kurzweil, "más allá de 2029, se recuperará más de un año. Retrocede en el tiempo".

Por ejemplo, si los avances médicos logran extender nuestra esperanza de vida en un año y dos meses por cada año transcurrido, en teoría, ganaríamos dos meses de vida funcional. Kurzweil señala que esto podría ser posible gracias al ritmo acelerado de las innovaciones médicas, como la rápida creación de la vacuna del COVID-19, desarrollada en apenas dos días tras secuenciar miles de millones de secuencias de ARNm.

Aunque la teoría resulta fascinante, no es sinónimo de inmortalidad. Kurzweil mismo advierte: “Alcanzar la velocidad de escape de la longevidad no te garantiza vivir para siempre”. La vida sigue siendo impredecible, y factores como el cáncer o los accidentes continúan siendo limitantes en el horizonte de la longevidad.

Además, para que este concepto tenga impacto global, sería necesario un acceso equitativo a las tecnologías médicas avanzadas, algo que parece inalcanzable a corto plazo. Como ejemplo, enfermedades como la tuberculosis, tratables desde hace décadas, aún causan más muertes anuales que cualquier otra enfermedad infecciosa, salvo excepciones recientes como el COVID-19.

Kurzweil, conocido por acertar en numerosas predicciones tecnológicas, como la popularización de los portátiles o el WiFi, también ha cometido errores. El futurismo no garantiza certezas, y la velocidad de escape de la longevidad sigue siendo, por ahora, una hipótesis basada en cálculos estadísticos de esperanza de vida.

La idea de que avances médicos y tecnológicos puedan prolongar nuestras vidas de manera significativa resulta tentadora, pero la realidad actual está lejos de ese futuro prometido. La medicina sigue avanzando, pero las desigualdades en su aplicación y los desafíos imprevisibles de la vida mantienen la inmortalidad en el terreno de la fantasía.

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