El gran papel del dedo 'insignificante': perderíamos el 50% de la fuerza de nuestro brazo si no lo tuviéramos
El motivo se encuentra en su ubicación.
La evolución ha motivado que, con el paso de los siglos, los seres humanos hayamos ido viviendo una serie de cambios en nuestro organismo. Y lo que la evolución ha querido que permaneciera ha sido por alguna razón. Principalmente, que esa parte del cuerpo es útil para el día a día de la especie.
El dedo meñique es un ejemplo. A muchos es probable que les sorprenda y piensen que, poco a poco, acabará por desaparecer. Pero no lo parece. De hecho, es el pilar principal sobre el que descansa la fuerza de nuestra mano.
Así lo recoge Antena 3, que afirman, además, que si el ser humano no contara con este dedo, perdería alrededor del 50% de la fuerza que tiene. Y ello, a su vez, afectaría al brazo, motivando que la musculatura de esta zona del cuerpo fuera más débil.
El mismo medio ha explicado también por qué resulta tan trascendente este dedo que, a priori, parece más bien inútil. La causa no es otra que la ubicación en la mano que tiene el meñique: uno de los laterales de la mano.
¿Y por qué se le llama "meñique"?
El diccionario de la Real Academia Española (RAE) ha explicado en alguna ocasión de dónde procede el término "meñique", con el que nos referimos a este tan importante dedo.
Se trata de un cruce de "menino" y de "mermellique". Este último concepto es una variante de "margarite", que deriva, a su vez, del "margariz", originario del francés antiguo. Esta significa "renegado" o "traidor", a pesar de que es el dedo de la promesa.