Descubren el alimento omnipresente en los platos españoles que pone en serio peligro al corazón
Puede encontrarse en algunos alimentos de forma "oculta".
La sal, aunque se use para aderezar platos, es muy común en la gastronomía española. Sin embargo, no es saludable abusar de ella ya que su alto consumo está relacionado con problemas cardiovasculares e incluso con la diabetes.
La OMS publicó un informe sobre la reducción de la ingesta de sodio en el que contempla la recomendación diaria de este mineral con entre 5 a 2 gramos al día frente a los 10 del consumo medio en todo el mundo.
En el mes de marzo de 2023, esta misma organización avisaba de que esta disminución está lejos de alcanzar su objetivo global de reducirse en un 30% para 2025 y que si se pusiesen en marcha medidas efectivas de salud pública para lograrlo se podrían llegar a salvar aproximadamente siete millones de vidas en todo el mundo para 2030.
Pero más allá de la sal que podemos echar manualmente, hay determinados alimentos que contienen lo que se llama "sal oculta", es decir, que están presentes en la composición del alimento, especialmente los ultraprocesados y los embutidos.
"Una gran parte del consumo diario de sal proviene de la 'sal escondida", explica Daniel Dürschmied, miembro del Consejo Científico Asesor de la Heart Foundation y director de Cardiología de la Clínica Médica del Centro Médico de la Universidad de Mannheim (Alemania), al medio alemán Chip. "No proviene del salero, sino que se introduce en el cuerpo de forma inadvertida a través de productos horneados, productos preparados, snacks poco saludables y comida rápida", explica.
Cabe recordar que dentro de estos productos los hay que son particularmente ricos en sal (como platos preparados, carnes procesadas como el tocino, el jamón y el salame, quesos, tentempiés salados, fideos instantáneos, etc.), otros que si se consumen en altas cantidades pueden aumentar el contenido en sal (como el pan y los productos de cereales elaborados). También se añade sal a los alimentos durante la cocción (en forma de caldo o cubitos de caldo) o bien en la mesa (salsa de soja, salsa de pescado, sal de mesa).
"La mayoría de los países todavía no han adoptado ninguna política obligatoria de reducción de sodio, por lo que sus poblaciones corren riesgo de sufrir infartos, accidentes cerebrovasculares y otros problemas de salud. La OMS insta a todos los países a poner en marcha las 'mejores inversiones' para la reducción de sodio, y a los fabricantes a aplicar los valores de referencia de la OMS para el contenido de sodio en los alimentos", explicó en la presentación del mencionado estudio Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.