El alimento que no sueles comer en el desayuno pero que Harvard recomienda
Supone "una buena fuente de nutrientes, grasas saludables y proteínas".
Manida es la frase de que el desayuno es la comida más importante del día, pero los estudios refrendan la necesidad de que aporte energía y sensación de saciedad, para evitar comer de más durante la jornada.
Aunque lo más común es que junto al café tomemos unas tostadas —pocas veces con pan integral— o algo de bollería, nutricionalmente no es lo idóneo. Buenas opciones, según Medical News Today, serían por ejemplo avena, huevos, frutos secos, frutos rojos y yogur griego.
Desde Harvard también animan al consumo de frutos secos en la primera comida del día, especialmente las nueces. Como apuntan, son "una buena fuente de nutrientes, grasas saludables y proteínas".
"Las nueces son bajas en grasas saturadas, por lo que consumirlas en lugar de fuentes de proteína animal [presentes a veces en el desayuno en forma de embutido] puede ayudar a reducir el colesterol LDL ("malo"). Aportan fibra, potasio y calcio a tu dieta", recalcan.
La Dra. Helen Delichatsios, profesora asistente de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard, apunta que en lugar de verlas como un alimento que comer de forma separada, como un puñado en algún momento del día, es interesante ingerirlas "completando" la mezcla nutricional de las comidas principales.
Por ejemplo, se pueden agregar a una ensalada para hacerla más completa y que tenga más densidad calórica y, por lo tanto, sacie más. En el desayuno, la clave estaría en añadir unas nueces a los cereales o al yogur, junto con algo de fruta.