6 medicamentos comunes en botiquines españoles que no debes tomar con el café
Ojo a los efectos a la hora de tratar según qué enfermedades si se piensa consumir cafeína.
Ese primer sorbo de una taza de café es, para muchos, la mejor manera de empezar un día. Por eso, para amantes de esta bebida, y para los expertos de la salud, cada hallazgo que se vincula a su consumo suele despertar grandes cuotas de curiosidad. ¿Cuántas tazas son adecuadas y beneficiosas para el cuerpo? ¿Qué pasa si lo tomamos sin azúcar? Son solo algunas de las preguntas a las que, poco a poco, la ciencia ha ido dando respuestas.
Y, aunque por norma encontramos una larga lista de consecuencias positivas después de ingerir una taza -sin excederse, como con todo- de café, también hay que ser conscientes de que debe tomarse con cabeza y valorando cada caso particular. De hecho, así se recoge en el estudio que se ha publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU, El efecto del café sobre las propiedades farmacocinéticas de los fármacos: una revisión, que pide precaución a la hora de beberlo si se está tomando medicación.
En el texto, elaborado por once científicos, se alerta sobre cómo tomar café si se está en un tratamiento: “Debe tenerse en cuenta para evitar posibles interacciones”. “Los alimentos no modifican el efecto del café en el cuerpo, aunque sí lo hace esta bebida en lo que se refiere a la absorción de nutrientes”, asegura la licenciada en Nutrición, Mercedes Engemann en el documento.
¿Con qué hay que tener cuidado? Según el documento, con determinada medicación relativa a la presión arterial, asma, diabetes, tiroides, enfermedades respiratorias o alergias. Además, también se debe prestar especial atención en el caso de que se esté consumiendo antidepresivos, ansiolíticos o somníferos. "Medicamentos como las fenotiazinas o antidepresivos deben tomarse aproximadamente una o dos horas antes o después del café porque los taninos presentes en dicha bebida no permiten que el organismo absorba completamente los químicos de las pastillas". Según estos expertos la misma precaución hay que tener con aquellas medicinas que se recetan para la ansiedad y el insomnio.
Y hay un factor también que se destaca en el estudio: la cafeína puede alterar la efectividad de medicinas en las que sea necesario el ayuno, aceleren el sistema nervioso, sean relajantes musculares o tengan efectos secundarios tales como las náuseas o palpitaciones.