10 alimentos que no sabías que producen mocos
La mayoría son parte del día a día.
Este comienzo de año es tiempo de gripe, de resfriados y de tener a media población pachucha... o algo peor. Desde hace semana son mayoría los que viven pegados a un medicamento o al menos un pañuelo para intentar controlar estornudos, mucosidad y malestar generalizado.
Son muchos los factores que influyen en la combinación de virus. Pero la ciencia también ha probado que hay alimentos que ayudan, por ejemplo, a generar más mucosidad.
Como explica el portal Fisio.one, hay 10 productos más que habituales en una dieta normal que sirven para tener más de esos indeseados 'acompañantes' en épocas frías.
Por ejemplo, el pan; en concreto el pan blanco, que generaría la formación de pólipos dentro de la nariz. La carne procesada, habitual en fiambres de supermercado, aparece por su relación, en grandes consumos, con la posibilidad de desarrollar enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Prima hermana es la 'comida rápida', que se asocia con un riesgo mayor de desarrollar asma, efecto idéntico al que podría generar un consumo excesivo de refrescos.
La leche es algo conocido para cantantes y demás personas dependientes de su voz. Aumenta la producción de moco en la nariz y la garganta, por lo que no se recomienda consumirla antes de cantar, actuar o pronunciar algún discurso. En el caso del azúcar, estudios con pacientes de diverso tipo han probado su 'capacidad' para que los consumidores generen más mucosidad.
Malas noticias para los queso lovers. Diversas investigaciones han datado que los que comían queso cuatro o más veces por semana desarrollaban muchas más posibilidades de tener congestión nasal. O los huevos, que pueden desencadenar la producción de histamina, que a su vez da pie a producir mucosidad.
Otro de los 'habituales en los últimos tiempos aparece en la lista. El maíz se asocia a un aumento de mucosidad, picor y secreción nasal. El sodio, por último, no se ingiere a solas, pero sí como parte de numerosísimos alimentos, y puede inflamar e hinchar la nariz, lo que conlleva un aumento de la producción de mucosa.