La reacción de Letizia cuando el embajador de Irán no le da la mano
Los reyes han recibido al Cuerpo Diplomático en el Palacio Real.
Felipe y Letizia han celebrado este miércoles una de las citas tradicionales del inicio de año: la recepción al Cuerpo Diplomático en el Palacio Real. Habitualmente el acto suele transcurrir sin grandes sobresaltos y en el marco de la formalidad, pero en esta ocasión un detalle ha llamado especialmente la atención.
Cuando ha llegado el turno del embajador de Irán en España, Hassan Ghashghavi, el diplomático ha saludado decidido al rey pero no ha estrechado la mano de la reina Letizia. En su lugar, el embajador se ha llevado la mano al pecho y ha continuado caminando hacia la puerta.
Ante esta incómoda situación, la consorte ha mantenido la mirada de Ghashghavi y no ha dejado de seguirlo con la mirada hasta que ha abandonado el salón donde se ha celebrado la recepción.
En declaraciones a El Español, Marina Fernández, directora de Comunicación de la Escuela Internacional de Protocolo, explica que "es un tema de contacto físico entre hombres y mujeres en público". "En Irán, las mujeres y los hombres no se tocan en público", ha revelado la experta al diario digital.
De hecho, en 2019, Letizia se encontró en la misma situación durante la recepción a las autoridades que participaron en la Cumbre del Clima celebrada en Madrid. En esa ocasión, el delegado de Irán tampoco estrechó la mano de la reina y, además de llevarse una mano al pecho, también inclinó la cabeza en señal de respeto.
Es relativamente habitual que la reina se enfrente a saludos incómodos en algunos actos. Durante las audiencias con los premiados de los Premios Princesa de Asturias en el Hotel Reconquista el pasado octubre, Letizia corrigió a algunos invitados, aunque por razones bien distintas a las de este miércoles.
La mayoría de personas estaban saludando en primer lugar a Felipe VI en lugar de la princesa Leonor, que era la que presidía el acto como princesa de Asturias. Por eso la reina no dudó en indicar a los invitados que, por protocolo, debían saludar primero a Leonor y después al rey.