Piden dejar de añadir miel a las bebidas calientes por lo que ocurre con sus esperadas propiedades
Se le atribuyen propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.

Añadir miel a un vaso de leche caliente, por ejemplo, es un hábito muy extendido. Ya sea para emplearla como endulzante o para suavizar la garganta cuando está irritada, esta dupla es bien socorrida, aunque quizá no sea la ideal.
Esto es así porque, al parecer, el calor podría alterar las propiedades de la miel. "Una infusión demasiado caliente no permite por tanto aprovechar plenamente sus beneficios", afirman desde la edición francesa de Grazia.
Explican que "las enzimas naturales de la miel, responsables de sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, son especialmente sensibles a las altas temperaturas".
"Cuando se calientan a más de 40 °C, apenas más caliente que la temperatura corporal, estas preciosas moléculas se degradan", agregan. De este modo, la miel se convertiría en un simple edulcorante.
Ante esto, dan dos opciones: esperar a que el líquido se haya enfriado antes de agregarle miel o, directamente, tomar una cucharada de miel antes de beberse la infusión o leche.