No vuelvas a cometer estos errores al echar el detergente líquido en la lavadora
Ni si lo empleas para lavar a mano.
A la hora de elegir un detergente de lavadora, la principal decisión suele ser elegir entre el formato en polvo o líquido, puesto que cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes. Para muchas otras personas, lo determinante también es el olor que tenga, puesto que son sensibles a algunos aromas.
A la hora de emplearlos, hay que tener algunos detalles en cuenta para que el lavado sea efectivo y que el detergente no deje residuos en la ropa.
Según la web griega Ifarsala, muchas personas no leen las instrucciones del envase y, por ello, no utilizan la dosis adecuada: "Se vierte 'a ojo', sin tener en cuenta el tipo de tejidos, las recomendaciones de la etiqueta o el peso de la ropa. Esto suele provocar una sobredosis de detergente, demasiada espuma en la lavadora, un aclarado difícil, restos de detergente en los tejidos, una reducción de la eficacia del detergente líquido y, en general, malos resultados".
Además, algunas personas usan el detergente líquido para lavar prendas a mano, pero además de emplear demasiado, con los ya mencionados problemas, también indican que es un error echarlo sobre el agua en el que ya se ha sumergido la ropa. Lo indicado es primero disolverlo en el agua, para evitar manchas y que se disuelva correctamente.
Por último, señalan que si se ha venido utilizando detergente en polvo y se cambia a líquido, hay que bajar la temperatura del lavado: "Los detergentes líquidos no requieren de una temperatura elevada para disolver el detergente y es más que aconsejable bajar los grados".