La historia de la capa de Balenciaga de Letizia en el retrato de Leibovitz y la conexión con Juan Carlos y Sofía
La reina ha vestido por primera vez dos piezas del diseñador vasco para la fotografía de Annie Leibovitz.
El Banco de España ha desvelado este martes los retratos de los reyes Felipe y Letizia realizados por la fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz después de más de nueve meses de espera.
Las fotografías, tomadas en el Salón Gasparini del Palacio Real, se unirán al resto de retratos de la colección de efigies de la institución y sirven para conmemorar los diez años de reinado de Felipe VI y las dos décadas de matrimonio de los reyes.
Consciente de la ocasión, la reina Letizia ha lucido por primera vez dos piezas del diseñador vasco Cristóbal Balenciaga que han sido cedidas por la Fundación Antoni de Montpalau de Sabadell, donde se conservan ambas prendas. La primera, un vestido de tul negro palabra de honor de finales de los cuarenta.
Para combinar el vestido, la reina ha elegido una capa rosa de seda de gran volumen con la que traza una conexión directa con los reyes eméritos. Tal y como ha confirmado ¡Hola!, la capa fue creada en 1962 para María del Carmen Ferrer-Cajigal de Robert, condesa de Torroella de Montgrí y marquesa de Robert, como parte del conjunto que llevaría a la boda de Juan Carlos y Sofía en mayo de ese mismo año.
Según la revista, fue donada a la fundación por Carmen de Robert Ferrer-Cajigal. Josep Casamartina i Parassols, director, cofundador y vicepresidente de la Fundación Antoni de Montpalau, ha asegurado a ¡Hola! que la elección de estas piezas de Balenciaga por parte de la reina Letizia es "un reconocimiento a nuestra labor en la promoción, recopilación y el estudio de la moda española".
Otro elemento que ha llamado la atención del retrato de la reina es la ausencia de tiara, que ha sido decisión de la fotógrafa ya que, a pesar de que se hicieron pruebas, Leibovitz prefirió retratar a Letizia sin ella.
La consorte sí lleva algunas de las joyas más emblemáticas de la corona, que forman parte del lote de joyas de pasar que dejó la reina Victoria Eugenia. Concretamente el collar y los pendientes de chatones, que Letizia suele utilizar en actos de gran relevancia.