Los expertos advierten sobre el hábito antihigiénico que muchos tienen nada más despertarse
Es una creencia bastante extendida.
Después de que suene la alarma cada mañana, muchos lo primero que hacen, antes de tomar un café o vestirse es estirar las sábanas y hacer la cama. Esto es un error, ya que puede parecer un hábito de limpieza e higiene, pero genera el efecto contrario.
Los especialistas de Better Homes and Gardens apuntan que lo mejor es dejar la cama abierta, con las sábanas y el edredón retirados y dejar que ventile con la ventana abierta durante entre media hora a varias horas. De este forma, señalan que se "previene la acumulación de humedad, algo que puede favorecer el desarrollo de bacterias y ácaros".
En este sentido, un estudio de la Universidad de Kingston publicado en 2005 señalaba que a los ácaros les cuesta más sobrevivir en una cama deshecha que en una que solo se abre y se cierra después de cada uso. En él recomiendan ventilar la cama, al menos media hora antes de volver a cerrarla de nuevo para evitar la proliferación de humedad en las sábanas y el colchón.
"Algo tan sencillo como dejar la cama sin hacer durante el día puede eliminar la humedad de las sábanas y el colchón, de modo que los ácaros se deshidratarán y acabarán muriendo", señaló el investigador líder del estudio Stephen Pretlove, de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Kingston.
En este sentido, tal y como recuerda la periodista de Life Hacker Lindsey Ellefson, conviene no hacer caso a las creencias de productividad establecidas: "Espera alrededor de una hora después de despertarte para hacer la cama, independientemente de lo que te digan tus libros de autoayuda favoritos para ser más disciplinado y productivo".
