La 'Zorra' de Nebulossa gana la primera semifinal del Benidorm Fest y se clasifica junto a Angy, Sofía Coll y Miss Caffeina
Los resultados vuelven a evidenciar la enorme influencia del jurado: sus cuatro opciones más votadas fueron las que se clasificaron para la final. Mantra ganó el televoto pero fue última para el comité de expertos.
Zorra, la canción feminista de Nebulossa que reivindica a la mujer empoderada, se ha convertido este martes en la gran vencedora de la primer semifinal del Benidorm Fest 2024, la preselección que RTVE ha organizado por tercer año consecutivo para designar a nuestro representante en Eurovisión. La clasificación del dúo alicantino no ha sorprendido al ser, hasta el momento, la canción con más éxito comercial al sumar más de un millón de reproducciones en las plataformas digitales, aunque sí que lo consiguiera gracias principalmente al apoyo del jurado. Recibió 84 puntos del comité de expertos de un total de 96. El voto demoscópico de la noche se lo llevó Angy, segunda clasificada en el cómputo global, mientras que el televoto se inclinó por una opción que quedó eliminada al ser la menos votada por el comité de expertos: Mantra.
El dúo de electropop formado por Mery Bas y Mark Dasousa sumió al palacio de Deportes l'Illa de Benidorm en una fiesta retro con tintes de cabaret y hombres bailando con corsé y botas de tacón alto. Un derroche glam entre lo clandestino y lo prohibido que, sin embargo, se alejó del mensaje reivindicativo de la canción y lo diluyó en una atractiva parafernalia encumbrada por el ánimo de un público entregado a la causa.
Pero, ¿por qué un tema que versa sobre el empoderamiento de la mujer no tuvo mayor representación femenina en un número que pudo ser digno heredero del Ay, mamá de Rigoberta Bandini? La propia banda lo explicaba después: "'Zorra' no es sólo una canción para las mujeres. Es un tema para quienes se sienten marginados y no pueden ser como ellos mismos quieren ser", señalaba Mark en la rueda de prensa posterior a la semifinal.
En todo caso, el contagioso y transgresor mensaje pudo imponerse a las aparentes contradicciones de la actuación para aupar a lo más alto a un grupo con sólo cinco años de vida que mezclando sintetizadores, melodías de los 80 y una estética retro, se ha ido poco a poco haciendo un hueco en los márgenes del underground y ahora pone su foco en Eurovisión. "Estamos en shock y agradecidos por todo lo que nos está pasando. Sentirnos abrigados y ver a la gente cantando un grito a la libertad es precioso. Ha sido muy épico", ha añadido el dúo.
El triunfo de Nebulossa no fue rotundo. Angy Fernández, que no publicaba canciones desde 2013, fue la otra gran vencedora de la noche al ganar el voto demoscópico, ser tercera en el jurado y segunda en el televoto tras emocionar con su interpretación de Ahora sé quien soy, un tema pop-rock compuesto por la propia artista y el equipo que llevó el año pasado a Loreen hasta su segundo triunfo en Eurovisión con Tattoo.
Sin ambigüedades ni tabúes, Angy quiso trasladar al escenario de Benidorm la problemática de la salud mental y sus difíciles experiencias que la abocaron, en el pasado, a la depresión, a la ansiedad e incluso a la idea del suicidio. Situaciones dolorosas que sirven también para el autodescubrimiento y la superación, demostrándose todo ello en la fuerza redentora de una puesta en escena directa, efectiva y bien diseñada.
Acompañaba el indudable talento vocal de Angy y también el factor interpretativo, al mostrar con una gestualidad notable los diferentes estados por los que la persona puede pasar en momentos de locura o abatimiento. Una psicodelia resultona que acabó con un emocionado abrazo de Angy con sus bailarinas, muestra clara de lo mucho que ha significado para la mallorquina este exitoso regreso a la música. "Estoy en shock. Me siento como nueva, como si tuviera otra vez 16 años y me hubiera enfrentado de nuevo a un escenario. Ha sido como renacer después de tiempos difíciles", ha admitido la cantante tras el show.
Con alguna dificultad mayor de la esperada, también superó el envite Miss Caffeina, una de las bandas rock indies de absoluta referencia en nuestra música. Con una actuación más coreografiada de lo que acostumbran a exhibir en sus conciertos, el grupo echó mano de su amplia experiencia sobre los escenarios para ofrecer una actuación correcta y muy solvente donde su Bla Bla Bla quedaba acentuado por los gestos y, sobre todo, por la expresividad y el carisma de un genio como Alberto Jiménez. Fueron sorprendentemente los menos votados por la demoscopia, pero obtuvieron el pase gracias a ser la segunda opción de los jurados y la quinta del televoto. "¡Qué nervios hemos pasado con los resultados! Pero hemos sentido mucha adrenalina al salir a este escenario. Es una sensación muy diferente a cuando salimos a tocar en un concierto", ha admitido el grupo.
También abusó de su desbordante talento la catalana Sofía Coll para llevar a buen puerto su ecléctica e internacional Here to stay, una mezcolanza de sonidos e idiomas que de primeras invita a la confusión, como así ocurrió con su puesta en escena fantasiosa y trufada de color rosa. En ella, la exconcursante de Eufória apareció con un maquillaje muy recargado y un vestuario llamativo para fundirse junto a sus bailarines en un ejercicio acrobático que bebía de muchas influencias pero carecía de concepto propio. Sólo la poderosa voz de Sofía Coll, por momentos dubitativa, pudo salvar el empeño. "Lo he gozado un montón. Estoy como que no me lo creo mucho y agradecida de que el público me haya votado tanto. Es fuerte lo que uno puede conseguir", ha dicho entre lágrimas la catalana tras la gala.
En una noche sin rotundas apuestas para Eurovisión, la opción predilecta del televoto fue casualmente la última del jurado. El trío Mantra, con su enérgica Me vas a ver, quedó apeado de la final pese a contar con el apoyo masivo del público. Un trance inesperado que provocó el llanto desconsolado en la green room de Paula Pérez, miembro de la banda. Cabe destacar, como ya señaló El HuffPost en un artículo de este lunes, la enorme influencia del jurado en los resultados del Benidorm Fest: sus cuatro favoritos fueron los cuatro que acabaron clasificados para la final.
No entró en este grupo selecto el ficcionado viaje interestelar a bordo de una nave espacial al que nos invitó Lérica con su Astronauta. La realización de la actuación, por momentos agitada y descontrolada, desenfocó el ritmo orgánico de la canción y eso pudo jugar en contra de sus posibilidades. Tampoco ayudó la fallida interpretación de Quique Niza con su balada Prisionero. El cantante de musicales como Grease supo transmitir la superación de sus miedos a través de unos bailarines que actuaban como recuerdos de un pasado doloroso, pero ni el truco del piano ascendente ni el rojo intenso que barnizaba su actuación pudieron tapar una muy pobre interpretación vocal.
Por el contrario, el joven vasco Noan supo deslumbrar con su torrente de voz al servicio de Te echo de -, una candidatura bastante compacta y sin grandes pretensiones que podría haberse colado en la final si hubiera tenido algo más de ambición en el campo estrictamente musical.
Este jueves, otros ocho aspirantes pugnarán por hacerse con las otras cuatro plazas que dan acceso a la gran final del sábado 3. María Peláe, Dellacruz, Marlena, St. Pedro, Jorge González, Yoly Saa, Roger Padrós y Almácor tendrán que convencer a jurado y público para lograr dicho pase en una nueva semifinal en la que RTVE deberá mejorar de forma sustancial el apartado técnico, especialmente el sonido, tras las críticas recibidas por los espectadores en redes sociales por la producción del primer show.