La visita de Felipe y Letizia a Paiporta tras la DANA, ¿un error o un refuerzo a su imagen?
Los reyes acudieron este domingo junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, este domingo y fueron recibidos entre insultos, barro y gritos de "asesinos".
Las imágenes de este domingo en Paiporta (Valencia) han marcado un antes y un después. La visita de los reyes Felipe y Letizia junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, acabó siendo una manifestación de insultos, abucheos, lanzamiento de barro y todo tipo de objetos. De hecho, Sánchez tuvo que ser evacuado de la comitiva después de un intento de agresión con un palo.
Los reyes, sin embargo, continuaron la visita junto a Mazón recibiendo gritos de los asistentes como "nos habéis abandonado", "a vuestras hijas no les falta el agua" o "aquí hay muertos" e incluso con un escolta herido.
Las imágenes de Felipe VI recibiendo a los asistentes, aceptando sus mensajes y respondiendo a algunos de ellos incluso que pedían responsabilidades políticas con un "esto es una democracia", han dado la vuelta al mundo. Por no hablar del vídeo en el que Letizia acaba por derrumbarse rompiendo a llorar delante de una vecina de la localidad.
Esta visita institucional, cinco días después de la DANA que asedió buena parte de la Comunidad Valenciana y localidades de Castilla-La Mancha y Andalucía, despertó la crispación de los habitantes de la localidad, que llevan días denunciando no tener medios ni recibir la ayuda de equipos de emergencia necesaria para hacer frente a una catástrofe que se ha cobrado por el momento 217 vidas y tras la que se ha denunciado la desaparición de 1.900 personas.
El debate sobre si los reyes debían o no haber acudido a la zona y si lo debían haber hecho antes ha llenado las redes sociales, donde también se ha aplaudido la imagen de los reyes, que se quedaron a acabar el recorrido pese al escenario desfavorable. Para Diana Rubio, doctora en comunicación y politóloga experta en protocolo, cualquier decisión habría sido criticada.
"En un momento de crispación tan grandísimo como el que estamos, en el que la gente echa de menos más presencia institucional, tanto el haber ido como el no haber ido les habrían criticado", apunta a El HuffPost.
Sin embargo, señala que desde su punto de vista "no era el momento de ir a esa zona". "Por desgracia, hay otras muchas zonas cero de esta catástrofe a las que los reyes podrían haberse acercado antes. Hay sitios donde no había llegado la policía, donde no habían llegado los bomberos, los militares...", explica Rubio.
"Podría haber sido muy significativo que se hubieran acercado a esas localidades antes de hacer un Paiporta, por ejemplo, del que habla todo el mundo. Se habla mucho menos de sitios como Aldaia, que ahora se está hablando más por Bonaire, o de Riba-roja, Catarroja... Hubiera ido a otras zonas antes de meterme directamente en ese pueblo", añade.
Sobre los tiempos, algunos han criticado que llegaron tarde, cinco días después de las inundaciones, pero Rubio recuerda que "han ido cuando han podido ir, cuando ha estado un poco más estabilizado para hacerlo".
La asesora de imagen y RRPP Anitta Ruiz explica a El HuffPost que "las visitas de esta índole, a sitios de tragedia son siempre muy complicadas porque estás compartiendo tiempo con gente que lo está pasando muy mal. En este caso, como en la Palma, lo han perdido todo". Además, recuerda que la decisión de la visita no recae únicamente en Casa Real: "El rey es el jefe del Estado, pero no tiene potestad ejecutiva ni casi de decisión. Aunque dijese que quería ir el miércoles no podía hacerlo sin que lo aprobasen muchas personas".
Con respecto a las críticas de que en lugar de hacer un paseo por la zona se tendrían que haber puesto a quitar barro y trabajar, Rubio lo ve como una opción desacertada: "Creo que si los reyes hubieran cogido las palas y se hubieran puesto a trabajar, la gente hubiera estado aún más crispada, porque se notaría que está muy preparado todo".
Ruiz vio una oportunidad perdida otro tipo de aparición, aunque admite que es "muy fácil opinar a toro pasado". "Podría haber ido el rey con alguna de las unidades militares, haberlo trabajado de otra manera, que no fuera una visita 'de paseíto'. Puede que ni los reyes hubieran preferido esto, pero se decidió hacerlo así", recuerda.
Para Rubio, el fallo principal fueron los tiempos, los días que tardaron en desplazarse, y la ubicación. "De haberse hecho la visita hubiera empezado por otro sitio no directamente por Paiporta", añade.
Ruiz también ve cómo, según ella, esta catástrofe "se está politizando en exceso" y recuerda que el sentir general es una decepción con las instituciones y que los políticos "se están pasando la pelota unos a otros". "El caldo de cultivo ya de por sí es complicado, en una situación así más todavía", sentencia.
El "talante" de los reyes en una situación que perjudicaba especialmente a los políticos
Para Rubio, hay un antes y un después en la visita a partir del "momento en el que se separa la comitiva en dos y vemos cómo a Pedro Sánchez se lo llevan y lo meten en un coche". "Eso es porque los equipos de seguridad no pueden proteger la integridad física de esas personas conforme al protocolo establecido. Lo que sucede es que no se esperaba la reacción tan sumamente ejemplar del rey y la reina", explica.
Según Rubio, "demostraron talante, que quieren consolar a las personas que lo han perdido todo, que están allí para que la gente se apoye en ellos y que también saben escuchar".
De hecho, uno de los vídeos más compartidos de la visita es el de Felipe VI calmando a los manifestantes, algunos alentados por grupos de extrema derecha tal y como han recogido medios como eldiario.es, recalcando la importancia de contrastar las informaciones. "No hagáis caso a todo lo que se publica, porque hay mucha intoxicación informativa y mucha gente interesada en esto, para que haya caos", declaró el rey a uno de los asistentes.
Para las especialistas también tiene especial potencia "la reina manchada de barro". "Creo que es histórico también", apunta Rubio, quien destaca del comportamiento de los reyes "la templanza y la humanidad" en una situación tensa: "Hizo que consideráramos que esa visita finalmente fuera oportuna".
Ruiz destaca especialmente "las imágenes de la reina que se la ve apoyada en un coche junto al rey que se le nota que se está mordiendo la lengua para no decir lo que piensa porque está igual de indignada". "La rabia contenida que tiene no es hacia los que le tiran el barro, es hacia otro lado", señala.
En este sentido, que continuaran hacia delante sin que se quisieran meter en el coche y que renunciasen a los paraguas mientras le seguían tirando cosas es para Rubio parte de su cercanía. Recalca que "la violencia no es justificable en ningún caso", pero que son reflejo de la "frustración de gente que lo ha perdido todo".
"A veces tenemos esa manera de defendernos, ese instinto animal que nos sale de vez en cuando, especialmente ante catástrofes como las que estamos viendo", explica. "Nunca se defiende la violencia, jamás, pero sí puedo entender el grito de impotencia a quien ha venido con las botas limpias", apostilla Ruiz.
Tanto Ruiz como Rubio coinciden en que la frustración de la visita era en general con los políticos, ya fueran Sánchez o Mazón, independientemente del signo de estos. "A los políticos los quieren colgar de la plaza del pueblo. Cualquier vecino de Paiporta, Catarroja o Chiva se siente abandonado ahora mismo independientemente del color político", apostilla Ruiz.
"Nadie esperaba que los reyes actuaran de esta forma, ni ellos recibir lo que recibieron. Creo que si la visita la hicieron única y exclusivamente los reyes no se habría montado la que se montó ayer, que fue porque la hicieron junto con los políticos", apunta Rubio. "La crispación que existe a día de hoy, que existe por la política principalmente tanto a Sánchez como a Mazón, que se quedó ahí detrás del rey, pero se quedó como una figura residual. Estaba ciertamente escondido, que se llegó a decir", señala.
Desde su punto de vista, Ruiz opina que los políticos pudieron llegar incluso a "esconderse detrás de los reyes" porque "están bastante bien valorados y a la gente les hace ilusión que se acerquen en circunstancias como estas y salió muy mal". "Los políticos usaron como paraguas a los reyes, pero salió todo el mundo escaldado porque a la gente lo que le queda es la rabia y la impotencia", apunta Ruiz.
Con respecto a vídeos como el del monarca calmando a un manifestante recordándole que "estamos en democracia", Rubio apunta a que la familia real sale reforzada de la visita "al 100%". Además, destaca que el rey "dio un claro ejemplo de talante que la política actual en España carece", además de ser el "único que ha dado la cara".
"Han lanzado ese mensaje por empatía y asertividad. Ellos sabían que estaba la cosa complicada y que la gente estaba muy frustrada, pero no se imaginaban que esa tristeza la iban a convertir en ira", recuerda Rubio.
Ruiz, por el contrario cree que "ninguno de los asistentes salió reforzado de ahí", pero admite que "dentro de lo mal que salió la jugada los reyes actuaron muy bien: se quedaron, aguantaron el chaparrón". "Eso les ha salvado la imagen que igualmente ha salido muy dañada, han salvado los muebles", añade.
La especialista apunta que el papel institucional de lo reyes ha servido en muchas ocasiones como "consuelo a la gente". "En lugares de este tipo, en los funerales de Estado, se ve muchas veces cómo se abrazan a la gente. Somos muchos los españoles que sentimos que la Casa Real es alguien que nos representa", añade.
Ambas ponen sobre la mesa también la reacción posterior de Casa Real tras la visita, cuando acudieron Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) y mandaron un vídeo en el que aseguraron que entendían que el cabreo de la población por la falta de ayuda. "Es empatía con los ciudadanos y vecinos de la zona", apunta Rubio.
En este sentido, Ruiz la compara con el comunicado del Gobierno, quien apuntaba a una "minoría violenta" en referencia a los ataques recibidos hacia Sánchez. "Casa Real asume que quien estaba, estaba hasta las narices de todo y es normal el enfado", añade.
Rubio admite también que, pese a que los reyes fueron los más destacados del acto, las críticas siguen existiendo: "Hay gente que por supuesto que nunca va a estar a favor de la monarquía, que siempre va a decir que estaba preparado y no fue así. Creo que se notó mucho que no estaba preparado".
Para contrarrestar esta imagen, Ruiz cree que Felipe y Letizia harán otro acto u otra aparición para mejorar esta intervención: "Es una situación catastrófica en la que todo el mundo lo ha hecho mal y si tú lo has perdido todo, lo último que te sale es llamar guapa a la reina".
Unas imágenes que han dado la vuelta al mundo
Estas imágenes de los reyes cubiertos de barro o recibiendo insultos durante la visita, así como las lágrimas de Letizia han llegado a la prensa internacional llenando titulares y portadas de medios como la CNN, The New York Times o The Guardian.
El británico The Guardian abre la portada de su edición europea con el titular: "Barro e insultos en la visita del rey y el primer ministro a una ciudad afectada por las inundaciones", destacando los abucheos al monarca en el subtítulo.
También en Reino Unido, The Times titula que el "rey Felipe recibe una lluvia de piedras en protesta por la respuesta española a las inundaciones". En el mismo sentido titula Le Monde, que habla de "supervivientes enfadados lanzan barro e insultos a Felipe VI".
Medios como Hello!, sin embargo, apuntan que los "vecinos se alegraron de ver a la familia real".
"A pesar del enfado hacia Sánchez, los vecinos se alegraron de ver a la familia real. La reina Letizia habló con una mujer de la zona, le tomó la mano y la consoló mientras lloraba. Hablando con otro residente local, se podía ver a la Reina Letizia con la cabeza entre las manos, conmovida hasta las lágrimas por la devastación", detallan en la pieza en la que destacan las imágenes de la reina visiblemente sobrepasada.
The New York Times, centrado en las próximas elecciones presidenciales, habla de un "enfado creciente hacia las autoridades" sin detallar los ataques y centrándose en la solidaridad de los voluntarios tras la DANA.
El alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung habla de "la ira de las víctimas de las inundaciones" en cuyo subtítulo en portada habla de que "muchos habitantes de la Comunidad Valenciana afectados por las inundaciones se sienten abandonados por los políticos".