La piedra de hace 3.200 años que recoge las excusas más extrañas de los trabajadores en el Antiguo Egipto
Algunas, salvando la distancia temporal, no distan mucho de las que podemos dar hoy.
Las pocas ganas de trabajar no son algo nuevo. Ya en el Antiguo Egipto ponían distintas excusas con el único propósito de saltarse su jornada laboral. Y no distaban mucho de las que podemos usar a día de hoy.
¿Y cómo las podemos saber? Pues porque hace un tiempo se encontró en la región egipcia de Deir el-Medina en Tebas un óstraco que data del año 40 de Ramsés II. Es decir, de hace miles de años.
En él, los egipcios dejaron registradas algunas de las justificaciones que dieron sus empleados para no acudir a su puesto de trabajo a lo largo de, según recoge el portal Computer Hoy, 280 días.
Las razones que se daban entonces no distan mucho de las que se dan ahora, salvando las diferencias temporales. Del total de cuarenta nombres que se llegaron a registrar, la mayoría de ellos no acudieron a su puesto por estar enferma.
Faltar por estar con el jefe o para irse a beber
Otra de las causas de ausencia pasaba por irse a trabajar fuera de su puesto con su jefe. Y hay otras que, a día de hoy, pueden llegar a ser algo más desconcertantes, como "sufriendo con su ojo" o "le ha picado un escorpión".
Y también hay motivos religiosos que justificaron algunas faltas al trabajo, pero que implicaban irse a beber con algún familiar. Por ejemplo, una de ellas pasaba por "libar con su padre", un tipo de práctica que consistía en irse a tomar leche, vino y otras bebidas a modo de ofrenda.
También hay registros de ausencias por irse a "beber con Khonsu", el antiguo dios egipcio de la Luna.