La pasta recogida del suelo que ahora es gourmet
Ligeramente negra y rugosa, suele tener forma de linguini.
Hasta hace no tanto, en algunas partes de la provincia italiana de Reggio Calabria (al sur de Italia) aprovechaban los restos de la molienda del trigo y del centeno, incluyendo harina y salvado que habían quedado esparcidos por el suelo, para hacer una peculiar pasta.
Es la stroncatura (struncatura, en dialecto calabrés), una pasta ligeramente negra y rugosa que suele tener forma de linguini. De origen amalfitano, es ahora objeto de deseo, aunque ya no se recoge del suelo, y se ha convertido en un clásico de la cocina italiana, según ha publicado Directo al Paladar.
El consumo de esta pasta se popularizó en Reggio Calabria — más concretamente en los alrededores de la ciudad de Gioia Tauro— a pesar de que su fabricación y comercialización había sido prohibida, ya que los restos de harina y salvados, recuperados del suelo sucio de los molinos, sólo podía ser servida para consumo animal, según detalla el mismo portal.
Pero, en una de las regiones más pobres de Italia a finales del siglo XIX, el hambre apretaba y agudizó el ingenio. En la actualidad, sin embargo, poco tiene que ver con la versión original, aunque continúa manteniendo el color y la textura áspera, que supone una ventaja para empapar la pasta con la salsa o el aliño.
La stroncatura es una pasta relativamente popular en localidades de Reggio Calabria como la citada Gioia Tauro o Palmi, donde no resulta extraño verla en restaurantes. Esta suele estar acompañada de salsas también muy autóctonas como el aceite, el ajo, el pimiento picante, las anchoas en salazón y la miga de pan seca y tostada, lo cual es frecuente en las cocinas del sur de Italia como la calabresa o la siciliana.