La heladería de Asturias donde puedes degustar helados de fabada o cabrales
Postres con los sabores más representativos de la región.
Chocolate, vainilla, fresa, nata… Son algunos de los sabores más tradicionales que se nos vienen a la cabeza cuando pensamos en helados. Con el paso de los años los artesanos han ido creando nuevas mezclas con ingredientes hasta ahora inusuales, de forma que hoy en día es común encontrarnos con sabores como el de Kinder o pistacho en prácticamente todas las heladerías. Pero ¿alguna vez te has imaginado cómo sería un helado de fabada?
Aunque parezca un sabor imposible para un postre, existe un establecimiento en Asturias que ha logrado hacerlo realidad. Se trata de la Heladería Islandia, un local que destaca por convertir la comida tradicional asturiana en helados, con sabores tan peculiares como el de fabada, el de oricio o el de queso de cabrales. Sus innovadoras propuestas nunca vistas hasta ahora los ha llevado a proclamarse como una de las heladerías más emblemáticas de Gijón.
El origen de este negocio se remonta a la década de los 50, cuando el matrimonio de Kiko y Remedios regentaban una panadería heladería en Tuilla, hasta que en 1958 decidieron trasladar el negocio familiar a Gijón. Allí se consolidó como una de las grandes proveedoras de la zona, hasta que en los años 90 comenzaron a crear helados autóctonos con los sabores más representativos de la región. Fue a partir de entonces cuando se empezó a comercializar el helado de sidra, arroz con leche o boquerones en vinagre, entre otros.
Ganador de un Solete Repsol
La Heladería Islandia destaca por utilizar ingredientes de primera calidad en todas y cada una de sus preparaciones, sin conservantes ni colorantes añadidos. Todos sus postres son elaborados en su propio obrador, garantizando una frescura y autenticidad como ninguna otra. Además, se podría decir que este negocio fue uno de los pioneros en Asturias a la hora de experimentar con los postres, dejando a un lado los sabores dulces para potenciar los salados.
Además de los helados autóctonos también podemos encontrar una variedad de polos de fruta natural, una opción más refrescante para aquellos que no se atrevan con los demás sabores. Tiene también un helado de Pantera Rosa, siendo este una de sus últimas innovaciones que tantos paladares ha conquistado. No obstante, el helado de fabada y el de arroz con leche son las verdaderas estrellas del negocio, tanto que les ha hecho recibir un Solete de la Guía Repsol, convirtiéndose en el primer local asturiano en conseguirlo.
Esta heladería también cuenta con otros grandes éxitos gastronómicos entre los que destacan tartas como la gijonesa o la charlota, nata montada o turrones en época navideña. Pero esto no acaba aquí, sino que también ofrecen opciones veganas y aptas para celíacos, asegurando que todos puedan disfrutar de estos deliciosos postres. En definitiva, este establecimiento de toques rojiblancos característicos de la región es una parada obligatoria si visitas Gijón, con una amplia gama de helados que prometen una experiencia inolvidable.