Rodolfo Sancho: "Ponerme en un lugar activo psicológicamente me ha ayudado, así te pones en un lugar de lucha"

Rodolfo Sancho: "Ponerme en un lugar activo psicológicamente me ha ayudado, así te pones en un lugar de lucha"

Max ha publicado este viernes el segundo episodio de 'El caso Sancho'.

Rodolfo Sancho en 'El caso Sancho'.Max

Tal y como se anunció, después de conocerse la sentencia  a cadena perpetua del caso de Daniel Sancho, se ha lanzado el segundo episodio de El caso Sancho en Max, titulado El crimen. En él, se reconstruyen los hechos sucedidos el 2 de agosto en Koh Phangan y cómo se gestionó tanto por parte del entorno de Sancho como de Arrieta.

En primer lugar, aparecen los abogados de Sancho, Carmen Balfagón y Ramón Chippirrás, reunidos con Rodolfo Sancho, donde se ve que él tiene una posición activa e interviene en los informes realizados por la defensa. Tras finalizar el juicio el pasado 2 de mayo, Sancho recibe la noticia de que la sentencia se leerá más de tres meses después, el 29 de agosto. "Lo hemos pedido nosotros porque es mucho material, mucha información para llegar a las conclusiones sobre lo que ha ocurrido, que es mucho y no es fácil, queremos que quede bien explicado", señala el actor.

Sancho recalca que todo el proceso ha sido largo y "psicológicamente, emocionalmente duro". "Es muy difícil. Estoy destruido ahora mismo", sentencia. Sin embargo, asegura que haber mantenido en el caso una criticada posición activa le ha dado energía. 

"Los que somos padres sabemos la diferencia entre ser padre y no ser padre. Es muy fácil criticar si no lo eres. ¿Tú qué sabes de lo que se siente cuando eres padre?"
Rodolfo Sancho

"Tener la información y conocer las cosas me tranquiliza más porque si no la espera es muy larga. Ponerme en un lugar activo psicológicamente me ha ayudado, así te pones en un lugar de lucha y no en lugar pasivo, que hubiera sido más duro en cierta forma", explica. Ante las críticas por su actitud, el actor se defiende: "Es un mecanismo de defensa, habrá gente que lo entenderá y gente que no".

Sancho asegura que le daría “terror” llegar a las vistas sin hacer nada y que iba a preparado con todo lo que se iba a hablar en cada una de las sesiones y los testigos que iban a participar. Según él, esto le ha ayudado a llevarlo "mejor". "Los que somos padres sabemos la diferencia entre ser padre y no ser padre. Es muy fácil criticar si no lo eres. ¿Tú qué sabes de lo que se siente cuando eres padre?", señala. "Lo importante es ser fiel con uno mismo, desentendiéndome de esto no habría podido vivir", enfatiza el actor.

Sobre cómo se conoció la noticia, Ramón Abarca Azpiazu, director de Asia-Pacífico de la Agencia EFE, asegura que en un primer momento recibió el hallazgo de las partes del cuerpo en un vertedero como un suceso local —de lo que el documental muestra imágenes con los trozos del cuerpo pixelado— y que el viernes 4 de agosto se empezó a conocer que había un español y un colombiano implicados. 

El sábado 5 le confirman que Sancho ha sido detenido y que ha confesado. Además, la comisaría le manda el pasaporte a la agencia EFE, lo que permite identificar a Daniel Sancho. "Era consciente de la importancia y la repercusión que iba a tener siendo hijo y nieto de quien era", recuerda el periodista, a quien permitieron reunirse con Sancho en dependencias policiales en dos ocasiones. 

De ahí las primeras informaciones en las que Sancho confesaba el crimen y aseguraba que era "su rehén" y que tenía "miedo" por las amenazas que supuestamente Arrieta le hacía a él y a su familia. Pero le aseguró a Abarca que no tenía pruebas al respecto.

"Entiendo que me dejan hablar con él porque era una comisaría pequeña con poca criminalidad y el ambiente era tranquilo y porque siendo español querían mostrar que le trataban bien”, explica. 

"Él lo quería era no estar solo en el calabozo, quería hablar", recuerda. “La policía sabía que tratándole bien iba a ser todo mucho más fácil y se podría cerrar el caso pronto si colaboraba", detalla. Aunque todavía no se atisbaba ni el juicio ni la sentencia, una de las preocupaciones de Sancho era cuándo iba a poder ir a España, ante lo que Abarca le informó que tendrían que pasar mínimo cuatro años de condena y Sancho le dijo que la policía tailandesa le había engañado: "Me dijeron que en un año podía volver".

El entorno de Arrieta, movilizado para localizarle

Dentro de este episodio, también participan la hermana del cirujano, Darling Arrieta, y sus amigas, quienes hablan de los viajes de Edwin y la cantidad de países que había conocido, así como de las relaciones que mantenía con sus amigos españoles. 

"Me dijo 'voy a ir con unos amigos de España que van a practicar Muay Thai y ellos lo organizan", explica Violeta, una amiga. Su entorno señala que conocía a sus amigos españoles y que invertía en sus negocios, pero no a qué se dedicaba concretamente cada uno ni sabían concretamente quién era Daniel Sancho.

Las alarmas saltaron cuando el 2 de agosto, al llegar a Tailandia no les contestaba. "No era normal que no contactara con nosotros", destaca Darling, que recuerda que esto no era normal y había fallado a las citas virtuales con sus pacientes, algo que nunca hacía. La hermana rastrea sus redes sociales hasta dar con Sancho y este le dice que la noche anterior se vieron, “tomaron setas alucinógenas” y desde entonces le perdió el rastro.

Según su relato, su insistencia y la de sus amigas llevó a Sancho a comisaría a denunciar la desaparición del colombiano. Sancho se trasladó allí y le aseguró a la hermana de Arrieta que le tenían retenido mientras intentaba ayudar a la policía. "Llevo ayudándoles toda la noche", le dijo en uno de los mensajes de texto.

La reconstrucción del recorrido de Sancho y la fatídica rueda de prensa

En el documental, también se reconstruyen los hechos con las cámaras de seguridad del supermercado, comprando los cuchillos y bolsas de basura, y posteriormente alquilando la moto y el kayak con los que se movió por la isla. 

El abogado de la familia de Arrieta, Juan Gonzalo Ospina, señala que la policía tailandesa lo retuvo sabiendo que era ya el presunto autor de la muerte de Arrieta y posteriormente lo trasladan al bungalow a hacer una reconstrucción de los hechos.

Sin embargo, según recogen en el acta de confesión inicial a la que ha tenido acceso el documental, Sancho admitió haber comprado los cuchillos y la sierra para descuartizar a Arrieta y que él lo mató y dividió su cuerpo en 14 o 15 partes.

En ese momento, Rodolfo Sancho recuerda la llamada que recibió de su hijo que le dijo continuamente que lo sentía y lloraba. "Yo le dije tranquilo, respira, voy a empezar a moverme a ver cómo podemos hacer", recuerda el actor, que buscó asesoramiento legal nada más recibir la noticia. 

"Llamé primero a un amigo mío que es abogado, pero me recomendó a alguien con conocimiento internacional. Tengo ahí una importante lista de abogados, llamé a varios", explica.

Otro de los puntos polémicos y con el que acaba este segundo episodio es la rueda de prensa que dio la policía tailandesa para hablar del caso. En ella relataron que encontraron una camisa de Edwin Arrieta con una puñalada en el pecho y que se estaba estudiando la causa de la muerte si era esta o si había sido degollado.

Sin embargo, la puesta en escena del policía conocido como Big Joke generó desconfianza, especialmente entre algunos medios españoles que cuestionaron inicialmente las afirmaciones de la policía y las dudas que suscitó la causa de la muerte.

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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es