Muere Concha Velasco, la eterna 'chica ye-ye' que brilló a pesar de las sombras
La actriz ha fallecido en el Hospital Puerta de Hierro, en Madrid, a los 84 años.
Concha Velasco ha fallecido a los 84 años de edad, solo tres días después de celebrar su cumpleaños. La actriz, cantante y presentadora arrastraba desde hace tiempo algunos problemas de salud y pasó los últimos meses de su vida en una residencia donde recibía las atenciones y cuidados que necesitaba.
Ha sido sus propios hijos Manuel y Paco los que han comunicado la triste noticia: ”Lamentamos informar de que nuestra madre, Concha Velasco, ha fallecido hoy sábado 2 a las 02:00 en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, habiendo recibido los Santos Sacramentos, a consecuencia de una complicación en su enfermedad".
Admirada y envidiada, la actriz fue una figura clave del mundo de la interpretación desde los años 60 hasta que se retiró en 2021. Entregada a su profesión y siempre adornada por una gran sonrisa, la vida también le asestó duros golpes de los supo salir adelante. En su biografía, junto a sus innumerables reconocimientos —un Goya y el Premio Nacional de Teatro, entre otros— conviven el alcoholismo, los problemas con el juego, la ruina económica, infidelidades, un intento de suicidio...
La chica más ye-ye
En 1958, en plena dictadura franquista, se estrenaba Las chicas de la Cruz Roja, la película que dio a conocer a una joven actriz de Valladolid, de apenas 20 años. A partir de entonces, Conchita Velasco —nombre con el que se dio a conocer— se convirtió en una de las apuestas seguras en las comedias que caracterizaron al cine de nuestro país de aquellos años 60.
La verbena de la Paloma, Las que tienen que servir, Los tramposos, El día de los enamorados, Yo soy Fulana de tal, En un lugar de La Manga... son algunos de los títulos en los que la actriz participó y donde solía compartir protagonismo con nombres míticos de aquellos años como Tony Leblanc, Alfredo Landa o Antonio Ozores.
Fue en 1965 cuando se estrenó Historias de la televisión donde se pudo ver a Concha Velasco por primera vez cantar. Ahí estrenó La chica ye-ye, que se convertiría inmediatamente en todo un éxito y, con el paso de los años, en una de las canciones indispensable de la historia de la música pop de nuestro país.
Con la llegada de la transición a España, la vallisoletana dio un giro radical a su carrera en el cine y comenzó a trabajar en papeles más maduros. Títulos como Pim, pam, pum... ¡fuego! de Pedro Olea, Esposa y amante, La colmena o Esquilache de Josefina Molina, por la que fue nominada al Goya a la Mejor actriz de reparto, la consagraron como una de las primeras actrices españolas.
Durante toda su vida, Concha Velasco compaginó sus trabajos en la gran pantalla con la televisión y el teatro. Precisamente sobre las tablas, dando vida a doña Inés del Don Juan Tenorio, conoció al que fue su marido, el productor Paco Marsó.
No fue su primer amor, ella misma confesó que estuvo muy enamorada de Manolo Escobar, con el que protagonizó varias películas. “Me gustaba mucho, cuando me cantó se me cayeron las bragas al suelo. Decir eso es una ordinariez, pero también lo dijo Pretty Woman”, bromeó en una entrevista en TVE.
Otra de sus parejas sobre el escenario fue José Sacristán. Con él compartió varios trabajos pero fue en la obra de teatro Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?, donde se hicieron ‘pareja de hecho’ profesional. Otro dúo de éxito lo formó con el escritor Antonio Gala: Concha fue su musa a la hora de escribir teatro y suyas son La truhana y Las manzanas del viernes, dos de los grandes éxitos de la actriz sobre las tablas.
Encantada, a ratos, de la vida
Una de las interpretaciones más aplaudidas de la carrera de Concha Velasco fue su trabajo como Teresa de Jesús, una miniserie que se estrenó en TVE en 1985. Pero este no fue el único éxito que consiguió en la pequeña pantalla, donde ha participado en casi una veintena de series: Compañeros, Motivos personales, Herederos, Velvet, Gran Hotel...
En la tele no sólo interpretó, hizo de todo: cantó, bailó, presentó... Tras conducir numerosos especiales de Fin de Año en RTVE, Concha Velasco probó suerte en las cadenas privadas. En Antena 3 presentó el programa de variedades Encantada de la vida y el exitoso Sorpresa ¡Sorpresa!. Concluyó su carrera como presentadora en Cine de barrio, donde estuvo desde 2011 y hasta 2020.
Famosa, reconocida, querida... Concha Velasco disfrutó durante muchos años las mieles del éxito, pero detrás de esa perenne sonrisa que siempre lucía había sombras, tinieblas que siempre intentó ocultar y solo dio a conocer cuando ya era mayor.
Alcohol, depresión, ruina económica, infidelidades... marcaron buena parte de su vida. Su matrimonio con Paco Marsó duró casi 30 años —se divorciaron en 2005, cinco años antes de que él muriera— en los que los problemas se multiplicaron y le llevaron incluso a querer suicidarse. “Fue un mal marido, pero un gran empresario. Pienso mucho en él, sueño con él. No resucitaría a mi madre ni a mi padre, pero a él...”, confesaba en un programa de televisión.
Una ovación de despedida
Los últimos años de la vida profesional de Cocha Velasco también estuvieron repletos de aplausos, ovaciones y éxitos.
En 2009 estrenó La vida por delante, dirigida por otro reputado del mundo del teatro, José María Pou. La obra, que estuvo de gira por toda España durante un año y en Madrid, en el teatro La Latina, otro año más, fue vista por más de 270.000 espectadores y le hizo merecedora de, entre otros, el Fotograma de Plata a la Mejor actriz de teatro.
Aunque el verdadero premio llegaría poco después: en 2013 le fue concedido el Goya de Honor por toda su carrera. “Era el que me faltaba. Mira que lo deseaba... Le estoy haciendo hueco en mi casa”, dijo la actriz emocionada al recibirlo de manos de su sobrina, la también actriz Manuela Velasco.
Poco después una mala noticia la mantuvo un tiempo retirada de las tablas. En 2014 le diagnosticaron un linfoma del que le costó unos meses recuperarse, pero volvió de nuevo a su trabajo. La motivación para regresar a la interpretación seguramente la encontró en el Premio Nacional de Teatro con el que fue reconocida en 2016.
Concha no se bajó de las tablas hasta septiembre de 2021, con 82 años. Su última función fue en Logroño, con la La habitación de María, una obra escrita por su hijo, Manuel Velasco. “Ha llegado un momento que mis hijos me dijeron que debía dejarlo y al principio no lo comprendí, pero ahora sí lo comprendo”, dijo desde el escenario mientras el público rompía en una emocionada ovación.
A partir de entonces, su hijo Manuel se convirtió en el portavoz de la actriz. De él hace poco se desveló su gran secreto: su padre biológico no era Paco Marsó, como siempre se creyó, sino Fernando Arribas.
“He tenido una carrera estupenda y he sido mucho más feliz de lo que suele admitir”, le reconocía la intérprete a Julia Otero en una de sus últimas entrevistas, en diciembre de 2021.
Desde marzo de 2022, los importantes problemas de salud que sufría Concha Velasco llevaron a sus hijos a tomar la difícil decisión de trasladarla a una residencia, donde recibía los cuidados necesarios y donde no faltaron la visita de sus grandes amigos y familiares. El pasado miércoles, con motivo de su 84 cumpleaños, vivió una especial jornada. "Ha sido un cumpleaños bonito, familiar, muy tranquilo y muy bien", contaba su hijo sobre esa especial tarde que había vivido la actriz.