La tormentosa relación de María Jiménez y Pepe Sancho: tres bodas y denuncias de malos tratos
Infidelidades, celos y palizas protagonizaron la historia de amor entre los dos artistas.
Mujer de pasiones desmedidas, para María Jiménez, la cantante fallecida este jueves, no existían las medias tintas, tampoco en el amor, o al menos así lo vivió con el actor Pepe Sancho, con quien mantuvo una de las relaciones más mediáticas de los años 80.
La cantante y el actor que daba vida a El Estudiante en la serie Curro Jiménez se conocieron una noche en Madrid, cuando ambos disfrutaban de un dulce momento profesional. Ella tenía 30 años y era madre soltera de una hija, Rocío. "Fue un flechazo, pero después fueron veinte puñaladas", explicó la sevillana en algunas entrevistas sobre lo que fue el inicio de esa historia de amor.
A los pocos meses, fue ella la que pidió matrimonio al actor, desde el escenario del Florida Park mientra ensayaba. "Creo que, por entonces, yo no estaba enamorado, porque seis meses después supe que lo estaba”, llegó a reconocer él. En 1 de junio de 1980 en Sevilla, celebraron la primera de sus tres bodas.
La muerte de su hija Rocío
En febrero de 1983 la pareja dio la bienvenida a su hijo, Alejandro. Un dulce momento que enseguida se vio ensombrecido por la desavenencias en el matrimonio y a los pocos meses se separaron.
Comenzó uno de los periodos más tristes de María Jiménez: su hija murió a los 16 años en un accidente de tráfico. El dolor se apoderó entonces de ella y se alejó de la vida pública, volcada en el cuidado de su hijo, su único consuelo.
La tristeza y la desesperación la volvió a unir con Pepe Sancho, que también sufrió la pérdida de Rocío, porque para él también era su hija y la había adoptado al casarse con María. Él fue su gran apoyo, eso les llevó a pasar más tiempo juntos y a celebrar una segunda boda. Se casaron por segunda vez el 27 de febrero de 1987 en Costa Rica, aprovechando que él rodaba la película El Dorado en ese país.
Las infidelidades por parte de él, los celos y las peleas fueron una constante en la relación entre los dos artistas, que hacían gala de dos fuertes personalidades. Y poco duró la calma entre ellos tras la reconciliación; aún así celebraron una tercera boda en Nepal que, como años después reconocerían los protagonistas, fue más una pantomima realizada para una exclusiva en una revista.
Se acabó
En 2002, María Jiménez rompió definitivamente con Pepe Sancho. Fue su hijo Alejandro, su fiel escudero, el que descubrió una infidelidad de su padre, que había ido más allá de ser una simple aventura, y se lo contó a su madre.
Comenzó entonces una nueva etapa en la vida de la cantante protagonizada por un renacer de su carrera musical: La lista de la compra, la canción grabada con la banda La cabra mecánica, y el disco Con dos camas vacías, con canciones de Joaquin Sabina, la devolvieron a la primera línea de la música.
Ese dulce momento profesional y personal de la sevillana le dio fuerzas para hablar sin tapujos de su relación con Pepe Sancho y denunciar los malostratos que había sufrido durante años. "Ese señor me maltrataba física y psicológicamente. Me daba una paliza y me decía: vamos a casarnos otra vez. Y yo como una tonta, después de dos carantoñas, le creía", aseguró en el especial Lazos de sangre dedicado a ella. "En mi época eso no se podía denunciar. Si llega a pasar hoy, lo meto en la cárcel veinte años. Y encantada lo habría hecho", aseguraba sin miedo.